l cultivo de ranas se encuentra dentro del contexto de la acuicultura, actividad que se dedica al cultivo acuático, ya sea de origen vegetal o animal. La rana que ofrece mayor respuesta al cautiverio es “la rana toro”, esta variedad puede realizar su etapa de preengorde en una densidad de 150 a 300 ranitas por metro cuadrado. Estos ejemplares llegan a pesar 180 gramos promedio faenado. Este es el peso requerido comercialmente, para alcanzarlo la rana debe estar en una densidad de 80 unidades por metro cuadrado en cualquiera de los tres sistemas de crianza.
En la actualidad solo se utiliza la carcasa del animal descartando el resto, es decir que es mucho el desperdicio que tiene la faena.
La tasa de mortalidad durante la fase del ciclo que abarca el preengorde y engorde puede alcanzar a menos de 40%, según datos de productores de la Asociación Argentina de Ranicultores. Estas pérdidas se disminuirán con el aprendizaje diario y los cuidados aportados.En la actualidad solo se utiliza la carcasa del animal descartando el resto, es decir que es mucho el desperdicio que tiene la faena.
Cuando se cultivan ranas desde el peso de 30 g promedio, hasta el de 200 gramos (a la faena), existirá un porcentaje bajo del total de individuos que participarán de la llamada "cabeza de lote" (los primeros en alcanzar peso de faena). Ellos mostrarán un crecimiento más alto y, por lo tanto, una salida más rápida al mercado consumidor. Inmediatamente por detrás, se mostrará el grupo más amplio que ocupará el centro del lote (conocido como "media"); y luego, un grupo pequeño, situado a la cola, que no alcanza o no alcanzará nunca en forma rentable el peso de faena estimado previamente, durante el período analizado ("cola de lote").
Los mayores consumidores de ranas se encuentran en los restoranes de primer nivel donde el productor puede obtener muy buenos precios. Este mercado solicita el producto siempre y cuando la oferte sea de primera calidad.
La continuidad de abastecimiento de los productores es más que importante ya que hay restoranes que consumen de 20 a 30 kilos semanales solamente en Ciudad de Buenos Aires.
La infraestructura que se necesita para criar una rana de primera calidad está muy lejos de poder ser alcanzada por un productor solitario o de manera artesanal ya que podrá producir un producto de manera discontinua y deberá competir con el productor proveniente de la caza y pesca, sobre todo en los lugares donde esta actividad es tradicional o normal.
El Agrario