a Agencia de Experimentación Regional (AER) Río Primero del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) informó que el 17 de mayo realizó la siembra de variedades de Centeno (Secale cereale) y un cultivar de Triticale, con el objetivo de comparar su eficiencia como cultivo de cobertura en el control de malezas en lotes destinados a agricultura.
“Los cultivos de cobertura (CC) han demostrado tener distintos efectos benéficos en los agroecosistemas, tales como la supresión de malezas, la protección de los suelos y el mejoramiento en el ciclo de nutrientes. De esta manera, estos cultivos han sido utilizados como práctica conservacionista para la prevención de la erosión edáfica, la mejora de la estructura, del carbono orgánico y del nitrógeno del suelo”, destacaron desde la AER Río Primero.
Mencionaron también que actualmente también existe un creciente interés en el uso de los CC ya que favorecen el manejo otoñal temprano de malezas, debido a que alteran su emergencia ya sea disminuyéndola o aumentándola, según sea la naturaleza de los factores intervinientes. Así, los efectos supresivos de los CC y/o sus residuos pueden resultar variables, por lo que no todos pueden ser adecuados para cada rotación.
De esta manera y por complejos mecanismos, las semillas de malezas pueden tomar datos de ambientes que precipiten su rápida germinación (anticipada) y en otros casos, los residuos de los CC pueden inhibir la emergencia de malezas al atenuar las señales ambientales, debido al aumento de la impedancia física o por la liberación de compuestos fitotóxicos.
Los CC también pueden incidir en el proceso de enmalezamiento por medio de efectos indirectos, tal como el favorecer hábitats para el crecimiento de insectos depredadores de semillas.
La resistencia alcanzada por algunas malezas a controles químicos ha determinado la búsqueda de opciones que contribuyan a mitigar este comportamiento vegetal.
En ese objetivo, desde hace tres años un grupo de técnicos encabezados por el ingeniero agrónomo Luis Eduardo Lanfranconi junto a profesionales de la Universidad Católica de Córdoba, realiza ensayos en cultivos de cobertura.
La implantación de especies durante el invierno se ha convertido en una herramienta más, dentro de algunos sistemas productivos en el centro-norte de la provincia. “Los resultados obtenidos en los ensayos a campo hasta ahora son optimistas y es por ello que se prosigue en ese objetivo de experimentación adaptativa”, subrayaron desde la AER Río Primero.
De acuerdo a los resultados obtenidos en estos ensayos, se verificó que el centeno es la planta forrajera que más sirve como cobertura viva de invierno. A diferencia de otros cultivos como la avena y el trigo, dicho cultivar aprovechó en mayor medida los excesos hídricos de otoño, mejorando la captación y la eficiencia en el uso del agua.
Además, el centeno comparativamente tiene un mayor crecimiento en volumen y cobertura. La avena y el trigo, en cambio, no cubren la superficie con la misma fuerza e intensidad. También se observó una importante supresión de las malezas por competencia del centeno.
Agro Voz