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a aparición sorpresiva del illex, fundamentalmente del Stock Bonaerense Norpatagónico, capturado al norte del paralelo 44° S, contribuyó a que Mar del Plata recuperara volumen durante los primeros seis meses del año. Los datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación señalan que la estación marítima local recibió en total 205.298 toneladas de pescados y mariscos entre enero y junio. Se trata de un 16,4 por ciento más que el año pasado en un contexto general de retracción para la actividad.
Los desembarques globales acumulados transitaron la zona de las 383.022 toneladas, un 7,1 por ciento menos que en el primer semestre de 2019. Casi todos los puertos muestran números negativos en la comparativa interanual: Madryn, Deseado, Rawson y Ushuaia, entre ellos.
Fueron unas 106.700 toneladas de calamar que absorbió Mar del Plata, favorecida por eficiencia de la estiba y los servicios a las cargas. Naturalmente, también contribuyeron las más de 80 mil toneladas de merluza hubbsi.
El aporte del variado costero mediante corvina (8.944 toneladas) pescadilla (4.875 toneladas) y rayas (8.407 toneladas) fueron otras de las claves.
El aporte de los poteros se ve reflejado, además, en lo desembarques segmentados por tipo de flota. Acumularon 134.603 toneladas, contra 76.656 de los fresqueros, 68.790 de los congeladores y 61.298 de los costeros.
En todos los casos, se trata de números parciales que el avance del año irá trastocando. Ya finalizada la temporada de calamar, cabe esperar el avance del resto en la segunda mitad de 2020.
El nuevo Informe de Coyuntura también incluye los desembarques por buque de abadejo, anchoíta, caballa, centolla, corvina y pescadilla junto a los datos de exportaciones registrado por el Inidec hasta mayo.
Hasta ese quinto mes, la industria había enviado al exterior 205.683 toneladas a cambio de 706,8 millones de dólares. La baja interanual fue del 2,4 y 9,6 por ciento respectivamente. Salvo rayas y calamar, la operatoria estuvo marcada por la baja promedio de precios.
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