e esta forma el daño al medio ambiente viene dado por ciertos valores, actitudes y comportamientos de la sociedad. Determinándose que tales conductas constituyen un impacto o una grave amenaza para garantizar la supervivencia de todas las especies.
Siempre la humanidad ha querido dominar y transformar a la naturaleza para poder satisfacer sus necesidades. Por lo tanto, debe ser el mismo hombre el que regenere los embates causados al hábitat implementando una cultura ambiental.
Que es el medio ambiente: La palabra ambiente proviene del latín ambientis que significa que rodea, y se utiliza para referirse al aire o atmósfera. Basándonos en ello, el medio ambiente “es el entorno que afecta a los seres vivos y condiciona sus circunstancias vitales”.
Visto de esta manera, el medio ambiente es un sistema formado por elementos naturales y artificiales interrelacionados entre sí, pero modificados por la acción del hombre. Estando conformado por factores físicos o biológicos como el clima, suelos, geografía y seres vivos, además por aspectos sociales como la actividad productiva o urbana. Entonces se trata de un conjunto de elementos que condicionan la forma de vida de una sociedad en su ecosistema. Por tanto, los hábitos de conservación ambiental son imprescindibles para garantizar el bienestar colectivo de las generaciones actuales y futuras.
Lamentablemente, el ser humano siempre arremete contra su propia especie y otras, con acciones que afectan al ecosistema. Por ejemplo, los residuos arrojados al agua o suelos, constituyen una verdadera bomba de tiempo. Además, el aire que respiramos, es otro elemento que resulta contaminado por la emisión de gases de vehículos o fábricas. Todo esto forma parte de una destrucción deliberada por parte de los humanos hacia el medio ambiente.
Cultura Ambiental: Básicamente, la cultura ambiental “es la forma como los seres humanos se relacionan con el medio ambiente”. Ello a su vez determina el comportamiento hacia el entorno que nos rodea, en base a una serie de valores. Entendiéndose como una actitud ante la vida, que nos permite cuidar y preservar el medio ambiente, implica poner en práctica los siguientes comportamientos:
Alimentar la conciencia, sensibilidad y sentido de pertenencia por lo que nos rodea.
Enseñar buenos hábitos hacia la preservación del ambiente y los recursos.
Transmitir mensajes con contenido conservacionista que incentiven la participación de las personas.
Establecer un contacto sano y respetuoso con la naturaleza.
De igual manera, la interacción entre las personas y el hábitat se realiza impartiendo una educación de la cultura ambiental, ello también implica:
Adaptarse o conocer el entorno, participando en su planeación con ideas creativas y de forma constructiva.
Desarrollo cultura ambiental: Lo más recomendable para desarrollar la cultura ambiental es alentar la participación de niños que cursan la educación primaria. Con la finalidad de despertarles el interés y la comprensión que el cuidado del medio ambiente tiene un beneficio común.
Es así, como en esta etapa de formación se desarrolla la conciencia ecológica en la juventud. Adicionalmente, la difusión y promoción de acciones que permitan generar el desarrollo de una cultura ambiental debe ser responsabilidad de toda la sociedad. Aquí entran maestros, padres, científicos, medios de comunicación, instituciones educativas, centros de investigaciones, empresas, grupos sociales, entre otros.
Conviene enfatizar, que es el sector educativo el que tiene un enorme compromiso en ofrecer una enseñanza de calidad, capaz de preparar ciudadanos competitivos, productivos y comprometidos en desencadenar una cultura ambiental. Por consiguiente, es imperante apoyar y desarrollar los programas educativos que contengan los siguientes puntos: Cultura Ambiental
Despertar el interés por los proyectos de ciencias que impulsen los buenos hábitos alimenticios y la conservación del ecosistema.
Abordar contenidos sobre investigación, ciencia y tecnología en relación a los aspectos ambientales.
Establecer campamentos de ecoturismo que permitan realizar tareas de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente.
Apoyar el aprendizaje de las ciencias naturales y sus fenómenos, con el fin de fomentar actitudes positivas hacia la protección del ambiente, recalcando las acciones para revertir el deterioro ecológico existente en la actualidad.
Incentivar prácticas que promuevan el respeto hacia el medio ambiente en torno a la comunidad donde se localiza una escuela.
Difundir conjuntamente con los medios de comunicación y la sociedad las labores realizadas por los alumnos en la conservación ambiental.
Cultura Ambiental: Hemos visto el significado del medio ambiente y el papel de la educación en el desarrollo de la cultura ambiental. Pero qué pasa después con estos aprendizajes, pues bien, hablemos de esos valores que siempre se deben tener en cuenta.
Los valores ambientales formando parte del aprendizaje del hombre, promueven y estimulan el uso racional de los recursos naturales. Igualmente incentivan la concientización en los seres humanos para que no sólo se preocupen por su entorno más cercano, sino que contemplen a la cultura ambiental como un bienestar universal.
Así como también, conductas como la conservación, mantenimiento y protección del ambiente, constituyen valores de una cultura ambiental.
Cultura Ambiental: Tenemos como ejemplo que el no botar desperdicios en la calle, alivia de forma considerable un impacto en el ambiente. Debido a que genera un ahorro en la limpieza y mantenimiento de lugares públicos, reduce la energía humana o tecnológica empleada para limpiar, disminuyendo la contaminación que suelen emanar las maquinarias cuando están funcionando.
Otra acción que produce bienestar ambiental es activar el hábito del reciclaje, usando diferentes contenedores y clasificando los desechos reusables. Igualmente el ahorro del agua y energía en los hábitos cotidianos, evitar hacer fogatas en lugares naturales, sembrar plantas en casa y mantener el contacto con la naturaleza.
Cultura Ambiental: La cultura ambiental como corriente de pensamiento adquirió gran importancia mundial a partir de la década de los setenta. Como una respuesta al problema social de la degradación de la calidad de vida originado por la destrucción ecológica. En este sentido, se planteó que la educación no podía ser la única vía para resolver los problemas ambientales, sino que se debían implementar medidas alternas que se sumaran a ella.
En efecto, actualmente no solo se identifica a la contaminación como uno de estos problemas, sino que va más allá. Es decir, se toman en cuenta aspectos sociales, económicos, políticos y culturales, vinculados al modelo de desarrollo de una sociedad. Esta nueva visión emplaza a modificar los hábitos y comportamientos para dar lugar a un interés por el medio ambiente. Entonces, activando su protección, se consigue un equilibrio entre el hombre y el entorno en el que vive.
Relevancia de la cultura ambiental: Por consiguiente, esta manera de buscar la causa de la problemática ambiental, tiende a la prevención, modificando el comportamiento, en lugar de corregir los daños causados. Pero ello, necesita de una sociedad educada y preparada racionalmente para gozar de un ambiente sano y agradable que facilite los procesos de convivencia con la naturaleza. Acciones cotidianas como el buen uso del agua, depositar la basura en lugares adecuados, emplear el reciclaje y el tratamiento de los residuos por parte de las empresas, permitirán proteger y hacer sostenible la vida de los habitantes del planeta.
Entonces, la importancia de la cultura ambiental radica en involucrar a todos los miembros y sectores de una nación. Logrando que, con la participación consciente y responsable en los procesos de conservación, se genere un desarrollo ambiental sustentable.
La cultura ambiental en el mundo: Actualmente, cuando un país es considerado verde, no se solo se refiere a la cantidad de espacios naturales que tenga. Sino que también representa el nivel de conciencia ciudadana por el cuidado ambiental.
Debido a la preocupación de los gobiernos por el cambio climático mundial, existe una tendencia en procurar políticas ambientales para lograr mejores condiciones de vida. Ellas se miden de acuerdo al Índice de Desempeño Ambiental, tomando en cuenta una serie de factores como enfermedades por causas ambientales, saneamiento del agua, calidad del aire, biodiversidad, recursos naturales, desarrollo humano y esperanza de vida. De acuerdo a ello, los siguientes países que encabezan esta lista son:
Suiza, Cultura ambiental en el mundo SUIZA: Una de las políticas implementadas por el país más verde del mundo es su reducción en la huella del carbono. Aparte de la apertura de quince nuevos parques naturales, los suizos son incapaces de tirar basura o ensuciar sus aguas.
Letonia, Cultura ambiental en el mundo NORUEGA: Crearon un consejo de asesoramiento en materia ambiental con funciones interministeriales para la lucha contra el impacto ecológico. Adicionalmente, organizaciones como Amigos de la Tierra se han dedicado a hacer campañas contra la construcción de una plataforma petrolífera en el mar Báltico, cerca de sus costas.
Noruega, Cultura Ambiental: Tomaron medidas para erradicar la deforestación y la contaminación derivada del consumo de gasolina. Por lo tanto, en Oslo desde el 2016 está prohibido el tránsito de vehículos que utilicen gasolina o diesel, fomentando el uso de automóviles eléctricos, bicicletas y caminos para peatones.
Luxemburgo, Cultura ambiental en el mundo LUXEMBURGO: Con un historial en el cumplimiento de criterios para el desarrollo sostenible, reservaron el 17% del territorio como espacios protegidos.
Estos cuatro ejemplos de cultura ambiental representan el respeto a la biodiversidad y por ende el desarrollo sustentable del planeta.
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