l INTA acompaña el desarrollo del turismo rural desde la década de 1990, incorporándose al establecimiento productivo como una estrategia de diversificación de actividades y de ingresos para las familias y comunidades rurales. Estas experiencias enlazan la producción artesanal, el agregado de valor y la valorización de los recursos naturales y culturales para ofrecer servicios de hotelería, gastronomía y actividades recreativas.
Un artículo elaborado por el mismo organismo agrega que uno de los objetivos del turismo rural, como estrategia de desarrollo territorial, apunta a la inclusión de mujeres, jóvenes, y comunidades de pueblos originarios y campesinas, brindando posibilidades de empleo y de poner en práctica sus saberes y oficios.
En la actualidad, existen 23 grupos de Cambio Rural de Turismo Rural que incluyen a 170 integrantes acompañados por 30 profesionales. Además, el INTA acompaña a 52 experiencias, que incluyen a alrededor de 700 integrantes acompañados por 54 técnicos y profesionales en el territorio.
Bajo esta perspectiva, cuatro emprendimientos se destacan por sus propuestas, adaptadas a las medidas de bioseguridad que requieren el contexto actual.
La Red de Turismo Rural Guayamba es una oferta turística disponible durante todo el año, que tiene una red con proveedores locales de hosterías, restaurantes, cabañas, casas rurales, agrupaciones gauchas y graduados en turismo. Cuenta con dos circuitos con diferentes atractivos de la zona que incluyen arte religioso y pinturas rupestres precolombinas.
Guayamba es una villa serrana, ubicada en el departamento El Alto, a 80 km de la capital catamarqueña. Se llega atravesando la Cuesta de El Portezuelo y tomando la Ruta Provincial 42.
El predio del establecimiento La Angélica cuenta con su propio palmar (Butia Yatay) y otras especies nativas, que lo hace un lugar único.
En Concordia (Entre Ríos) el establecimiento La Angélica, es un emprendimiento turístico familiar, que ofrece alojamiento particular en edificaciones originales restauradas en donde existió la primera fábrica de lácteos de la provincia, con el mismo nombre.
También cuenta con actividades diurnas y nocturnas, como avistaje de aves, de insectos, mamíferos y flora. Se realizan zafaris fotográficos, senderismo interpretativo, almuerzos, cenas con shows en vivo. El predio cuenta con su propio palmar (Butia Yatay) y otras especies nativas, que lo hace un lugar único. Funciona con reserva previa y se puede acceder por la Ruta Nacional 14.
Por su parte, la cooperativa Runamayu de servicios turísticos, en Banda Florida (La Rioja), desarrolló un circuito turístico que ofrece productos y servicios que le agregan a la belleza del paisaje el valor de lo autóctono: paseos en sulky, cuatriciclos, caminatas guiadas y un mercado de productos regionales y artesanías.
La experiencia se ubica a unos 275 km de la capital provincial y a 3 km de Villa Unión. Sobre un área considerada de interés geológico, de petroglifos y geoformas, se combina la experiencia de los jóvenes que elaboraban dulces, vinos, licores y artesanías.
En La Rioja se destaca un área considerada de interés geológico, de petroglifos y geoformas, se combina la experiencia de los jóvenes que elaboraban dulces, vinos, licores y artesanías.
En el sur, la Ruta de la Centolla, reúne a 15 familias que decidieron formar un corredor agro turístico en la zona más austral, que cuenta con una amplia variedad de opciones gastronómicas, agro turísticas y recreativas, en un contexto de bosques y cascadas que conforman el paisaje.
El circuito se encuentra a 70 km de la ciudad de Ushuaia, y recorre un tramo de 15 kilómetros a orillas del Canal de Beagle. Desde Puerto Almanza hasta Punta Paraná, las familias de productores lugareños ofrecen servicios de gastronomía típica fueguina (centolla, mejillones, merluza negra y moluscos), visitas guiadas a producciones de frutas finas y hortalizas, trekking, alojamiento, canotaje y cabalgatas.
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