urante la Jornada de Ciencia y Tecnología Aplicada en Carne Bovina, realizada por TecnoFidta y Red Alimentaria, la veterinaria uruguaya Patricia Rovella -quien también se desempeña como auditora e instructora de bienestar Animal en la empresa LSQA– aseguró que las certificaciones son necesarias para que los compradores de carne tengan la confianza en que ese producto cumple con las normas internacionales de buen trato animal.
Pero no sólo esto. Obtener una certificación puede ayudar a reducir el costo de auditorías ante reclamos, y abre las puertas a mercados y consumidores más exigentes. “Les damos la tranquilidad de que los animales fueron faenados de manera humanitaria”, indicó.
Para conseguirlas se debe auditar la planta industrial, el transporte o incluso el establecimiento en donde se cría el animal, y se basa en evidencias objetivas: entrevistas a personas, observación de actividades y condiciones, y la revisión de documentos. Las certificaciones pueden conseguirse sobre productos o servicios.
Si bien para la exportación de carne, Argentina aún no se ha visto en la situación de tener que garantizar de manera obligatoria el buen trato animal, empresas como McDonald’s sólo toman proveedores que cuentan que este sello. De la misma forma, la Unión Europea anunció a mitad de este año la posibilidad de exigir esto a los países que le exportan carne.
“Hay que saber qué pasa en todas las etapas de la vida de los animales. Hay que quebrar paradigmas que dicen que no se puede cambiar el trato animal, vencer barreras culturales y capacitar para que haya un manejo humanitario”, sostuvo la veterinaria.
Bichos de Campo