l alpiste es una planta anual perteneciente a la familia de las gramíneas, cuyo nombre científico responde a “Phalaris canariensis”, desarrolla una altura que va de los 40 a 60 centímetros, rematando en una panoja oval, con espiguilla de tres flores y semillas menudas, estas contienen una fécula muy nutritiva, constituyendo el alimento predilecto de los pájaros.
Es originario de las Islas Canarias, se la cultiva principalmente en Europa y América del Norte; actualmente el ranking de producción es encabezado por Canadá, secundado por Hungría y Estados Unidos. Correspondiendo acotar que Argentina llegó a ser uno de los principales productores a nivel mundial, más las complicaciones de mercado que presenta, y la desventaja frente a otros cereales, la siembra de alpiste se redujo notoriamente en los últimos años.
En la década del 80´ nuestro país llegó a ser uno de los principales productores de alpiste en el mundo. El centro sur de la provincia de Buenos Aires concentraba el núcleo de la producción nacional, alternando con otros cultivos de invierno, su siembra ha reducido de forma tal, que en la actualidad está prácticamente discontinuada.
Sin duda que en gran medida el estancamiento de la especie se relaciona con la falta de investigación; no existen nuevas variedades, por lo tanto la semilla que se sigue resembrando corresponde a poblaciones de vieja data. Está realidad contrasta con la mayoría de los cultivos extensivos que han acrecentado considerablemente sus rindes, producto de los avances que significaron la sucesiva aparición de cultivares mejorados.
A las incuestionables calidades nutricionales reconocida para la manutención de aves y pájaros, estudios científicos realizados en los últimos años, dan cuenta de múltiples beneficios que su ingesta aporta a la salud del organismo humano.
Para efectuar un paralelo, corresponde señalar que los citados estudios determinan que 6 cucharadas de alpiste poseen tantas proteínas como las aportan 2 kgs de carne bovina. Con el plus de las pequeñas semillas contienen aminoácidos estables, por lo que pueden recorrer el organismo sin descomponerse, de manera tal que el cuerpo las aprovecha mejor.
En el alpiste se concentran propiedades tales como ácidos grasos con tenor de omega 3 y omega 9. En su composición se destaca la presencia de vitaminas B, E, minerales como calcio, magnesio, manganeso y zinc.
Posee enzimas que suministran un alto beneficio para la inflamación del riñón, el hígado y el páncreas. En cuanto al páncreas, no sólo lo desinflama, sino que también puede regenerar sus funciones. Dichos biocatalizadores contrarrestan la cirrosis y previene la arteriosclerosis.
En el riñón actúa aumentando la producción de hepatocitos, lo cual ayuda a combatir la cirrosis; y al hígado, tiene la capacidad de recargarlo de enzimas, lo cual estimula su función diurética, que, por lo tanto, ayuda a prevenir la hipertensión.
Además, el alpiste repercute favorablemente en el sistema digestivo, activando el movimiento intestinal, con lo que a la postre se mejora la digestión. Por otra parte, contribuye a quemar grasas y, a reducir el colesterol sin afectar al volumen de la masa muscular. Del mismo modo el alpiste es considerado una muy buena fuente de antioxidantes.
El alpiste actúa de diferentes formas para ayudar a los que padecen diabetes. Los ácidos omega 3 presentes en el alpiste ayudan a la salud circulatoria, algo que una persona con diabetes necesita. Al reducir los niveles de azúcar en la sangre, regulariza la concentración plasmática de los triglicéridos y del colesterol malo. Y como ya se mencionó antes, reduce las concentraciones de grasa en el cuerpo.
Para usufructuar de las propiedades del alpiste sólo se necesita agua y 5 cucharadas de alpiste. A esta preparación se le denomina leche de alpiste.
Las semillas se sumergen en un vaso con agua y se deja reposar una noche. Al siguiente día se retiran del vaso empleando un colador, se colocan bajo el chorro de agua para lavar, y se introducen en la licuadora, se agrega aproximadamente 1 litro de agua, y se licua. Si se prefiere se puede reemplazar el agua por leche y endulzar con miel.
Cabe tenerse en cuenta que está contraindicado agregar azúcar o fruta; ello está dado por que el azúcar refinado y los ácidos de algunas frutas pueden destruir a las enzimas del alpiste.
El líquido se cuela para eliminar la cáscara del alpiste, obteniendo así la leche de alpiste que se recomienda bebe al despertar y antes de ir a dormir.
Debido a que el alpiste actúa como un diurético, no se debe abusar de su consumo pues se podrían reducir los niveles de sodio y potasio en el organismo.
Hay personas que son intolerantes a los compuestos del alpiste por lo que podrían padecer dolores estomacales debido a inflamación del intestino. Esto puede ser resultado de no retirar completamente la cáscara del agua o leche de alpiste que se consume o por agregar azúcar a dicho líquido.
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