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Zonas productoras de trigo, cebada y centeno en el mundo

La producción de trigo alcanza prácticamente todo el mapa terrestre. De hecho se pueden distinguir dos grandes zonas que, a modo de anillos, envuelven la Tierra a ambos lados del Ecuador

Zonas productoras de trigo, cebada y centeno en el mundo
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uenta la leyenda que el Rey Sheram, apenado por la muerte de su hijo, encontró consuelo en un nuevo juego: el ajedrez. Agradecido, ofreció a su inventor el premio que deseara. Sissa, que así se llamaba, le pidió un grano de trigo por la primera de las casillas del tablero, dos por la segunda, cuatro por la tercera y así, en progresión geométrica, hasta completar las 64. Los matemáticos de la corte calcularon la suma: casi 18,5 trillones de granos, o lo que es lo mismo, 737.869 millones de toneladas. Imaginen la cantidad de pan que podría elaborarse con este interminable granero. Imposible hacerse una idea. Como tampoco se la hizo Sheram, que pensaba saldar sus cuentas con un saco de trigo. Nada más lejos. El pobre incauto hubiera necesitado más de mil veces toda la producción actual para satisfacer al inventor. Porque, precisamente, las previsiones mundiales estimadas para este año son de 735,7 millones de toneladas. Sólo de trigo, el cultivo de cereal más importante del planeta, ya que representa casi una tercera parte del consumo mundial de cereales, y uno de los más extendidos.

La producción de trigo alcanza prácticamente todo el mapa terrestre. De hecho, se pueden distinguir dos grandes zonas que, a modo de anillos, envuelven la Tierra a ambos lados del Ecuador. Sólo las zonas tropicales y, evidentemente, las polares quedan excluidas. Y esto es gracias a las bajas exigencias de este cultivo: temperaturas entre 3 y 30 grados centígrados, circunstancia que se da en climas templados y fríos; suelos de composiciones medias, aunque pueden ser predominantemente arenosos e incluso pobres; y no demasiada agua. Eso sí, tanto el riego como la utilización de tecnología y maquinaria influyen notablemente en el rendimiento medio de las extensiones agrarias. Por eso, los países más modernizados tienen más papeletas para conseguir mejores cultivos.

Todos estos condicionantes hacen que el ‘top 10’ mundial esté encabezado por la Unión Europea. Si sumamos la producción de todos sus países miembros está previsto que alcance los 157,9 millones de toneladas en 2016. Le siguen China, India, Rusia, Estados Unidos, Canadá, Ucrania, Australia, Pakistán, Turquía e Irán. También destacan por su elevada producción, Argentina, en América; Kazajistán, en Asia; y Egipto, en África. Este último país es una excepción en un continente que tiene todas las de perder en el negocio de los cereales. Registra los valores más bajos en la producción mundial de trigo debido a unas condiciones climáticas y topográficas nada favorables, a la baja incorporación de nuevas tecnologías debido a su pobreza y a que se han volcado en otros cultivos.

El trigo es el cultivo de cereal más importante del mundo y el más utilizado en la elaboración del pan. Pero no el único. El grupo cultural del Trigo comprende, además del trigo propiamente dicho, otros cereales también panificables, entre los que destacan la cebada y el centeno. Las condiciones que exige su cultivo son prácticamente las mismas, lo que explica que se den en las mismas latitudes.

 

El cultivo de centeno

En el caso del centeno, su rusticidad y su capacidad para crecer y fructificar a grandes alturas, en terrenos bajos y pobres y en lugares fríos, templados y cálidos -prácticamente en cualquier lugar- hacen que sus lugares de cultivo sean las zonas marginales de las áreas que se destinan al cultivo del trigo. Por algo, su origen está en el Caucaso. Y por eso encabezan el ‘ranking’ de producción países de climas fríos como Rusia, Polonia, Alemania, Bielorrusia y Ucrania. También encontramos grandes extensiones dedicadas a este cereal en Norteamérica, en Canadá y Estados Unidos; en Sudamérica, en Argentina y Brasil; y en Asia, en Turquía y Kazajistán.

En Europa el principal uso del centeno es su aprovechamiento como harina. Y no es el único continente donde ocurre esto. Recientemente, en Uruguay, ante la escasez de trigo, el centeno pasó a ocupar su lugar en la panificación. Pero el hecho de que, en momentos puntuales, haya servido de sustituto no ha podido evitar que su producción haya caído en los últimos años debido a una menor demanda.

 

La cebada, el “pan de los pobres”

La cebada destaca por alto contenido en fibra y su poder energético, que la convirtieron en la base alimenticia de los gladiadores romanos. Pero, pasado el tiempo, el pan elaborado con este cereal acabó considerándose ‘el pan de los pobres’. En Inglaterra, hasta el siglo XVI, las clases más humildes sólo tenían permitido consumir pan de cebada, mientras que las altas gozaban del ‘privilegio’ de comer el pan de trigo, el pan blanco. Su producción sigue al alza, con unas previsiones para este 2016 que superan los 146 millones de toneladas. Las zonas de cultivo no se diferencian prácticamente de los lugares donde se produce trigo y centeno. Las 10 federaciones o países que encabezan la tabla son la Unión Europea, Rusia, Ucrania, Australia, Canadá, Turquía, Estados Unidos, Argentina, Marruecos e Irán…. Este último próximo a la actual Mesopotamia, donde, en el Neolítico, empezaron a domesticarse el trigo y otros cereales, hasta entonces indomables y silvestres, y a darles forma de pan.

 

Qvadra Panis



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