e trata de la región occidental de Paraguay, que según muchos observadores guarda similitudes con el norte argentino, donde la escasez de agua no ha sido un impedimento para el desarrollo ganadero y agrícola. Con una importante presencia de colonias menonitas, en unos 100 años se han instalado empresas y productores que marcaron la diferencia en el aprovechamiento de esos territorios.
En una visita se pudo observar los sistemas de obtención y almacenamiento de agua de lluvia que se utilizan en cada hogar y se imponen de forma exacerbada en los predios rurales. Los aljibes se llenan con canaletas en las estructuras de las viviendas, para el consumo humano, mientras que el uso de aljibes, tajamares y tanques australianos forman parte de la estrategia de cosecha de agua que permiten dar de tomar al ganado y sobrellevar la escasez hídrica de los meses más duros del invierno.
En las localidades de Loma Plata, Filadelfia y otras próximas, se pueden ver a la vera de la ruta los tajamares que se convierten en una suerte de pequeños oasis con plantas y animales que aprovechan la oportunidad de esta estructura humana. Se trata de una excavación, de al menos siete metros de profundidad impermeabilizada que queda a cielo abierto. Con una serie de canales que aprovechan la pendiente del terreno se logra llenar los reservorios, si bien esto implica sacrificar terreno para mantener estos sistemas.
El tanque australiano es el punto final de la reserva, siendo una construcción circular y elevada, con paredes de tierra que sirve para distribuir después a partir de la gravedad del tanque. También pueden ser llenados con extracción por molinos cuando se encuentran napas con agua de baja salinidad. Se estima que tiene una evaporación, para ser efectivo, que no supere el 30 %.
Toda la tecnología, sencilla pero efectiva, sirve para soportar las inclemencias de la región si bien está condicionada a las precipitaciones y en un año muy seco no basta para contrarrestar la escasez.
Rural al dia