l director del área, Fabián de la Serna, explicó que el programa alcanza al primer cordón dunícola y consiste, en este caso, “en la fijación de la arena de la duna y la fijación vegetal”. “Una vez recuperada la arena con el trabajo de los enquinchados se
procedió a darle estabilidad a la duna y allí se utiliza vegetación autóctona”, agregó el funcionario.
Por otra parte, De la Serna señaló que se utiliza una técnica de repique directo, lo que consideró “una operativa muy rápida” ya que “se sacan ejemplares de margaritas de las dunas y se ubican en sectores de acumulación de arena”.
“También trabajamos con la cosecha de semillas, una técnica más lenta que llevamos adelante en el vivero municipal”, indicó luego. Más allá de esta última opción, De la Serna aclaró que el repique elegido en esta etapa “es de duna a duna”."Hoy estamos trabajando en este espacio pero seguiremos ampliando en la diversidad biológica autóctona en otros lugares de nuestro frente dunícola ya que no generan disturbios en las dinámicas costeras”, concluyó el titular de Frente Marítimo.
Desde la municipalidad de Pinamar remarcaron que el paisaje local está conformado por una flora nativa espontánea, que “define y ornamenta las mejores postales de nuestra playa”.
Entre ellas se encuentra la comunmente conocida como margarita de las dunas, aunque su nombre científico es senecio crassiflorus y pertenece a la familia de las asteráceas, relativas a flores compuestas como margaritas o girasoles.
Estos ejemplares poseen sépalos que parecen pétalos a simple vista y luego en su centro están dispuestas concéntricas cientos de flores propiamente dichas.
Su apariencia es la de una hierba perenne que puede alcanzar hasta 40 centímetros de altura y es endémica de las dunas de Pinamar.
La margarita de las dunas tiene flores de un amarillo intenso que la distinguen de las demás especies de la zona costera y se comporta como una herbácea apoyante y rastrera.
“Respetando el ciclo natural, en el vivero municipal estamos cosechando senecio nativo de nuestros médanos. Luego de las tareas de siembra y cultivo, estaremos en condiciones de que los nuevos ejemplares sean devueltos a su espacio de origen para enriquecer y custodiar nuestro f rente marítimo”, concluyeron desde la Comuna.
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