e acuerdo a un estudio del Area de Turismo Rural de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, existen más de 1.000 establecimientos en todo el país que ofrecen estos servicios.
El coordinador del Area, Ernesto Barrera, destacó que "en los últimos años este sector creció más de 20 por ciento", y añadió que "si se lo compara con el principio de la década, ese crecimiento casi se triplicó".
Según el relevamiento de la UBA, las provincias de Buenos Aires y Mendoza, son las que concentran la mayor proporción de establecimientos, con 40% del total.
En ese sentido, Buenos Aires es tradicional en sus estancias y chacras que muestran el estilo de vida de la Pampa Húmeda, y Mendoza, con el mayor número de bodegas del país, ocupa un lugar de excelencia en la oferta de turismo rural.
También hubo un importante desarrollo en las provincias patagónicas y en las que conforman la Mesopotamia.
"No existen dudas acerca de que la demanda por recursos naturales continuará creciendo. Se deriva de ello otra certeza: los servicios basados en la naturaleza también prosperarán y atraerán inversiones", indicó Barrera.
Sin embargo, subrayó que "es incierto quién se beneficiará del crecimiento de esta demanda".
Al respecto, señaló que "los beneficiarios podrían ser los habitantes actuales de las zonas rurales, pero también podrían ser no residentes, incluso extranjeros, tal como está ocurriendo en las áreas de mayor atractivo de América Latina".
No obstante, puntualizó que "no se trata de frenar las inversiones extranjeras, tampoco la de los habitantes de las ciudades.
"Se trata de proponernos que los beneficios del turismo rural se derramen lo más ampliamente posible sobre los habitantes actuales del mundo rural", precisó Barrera.
El gobierno puso en marcha un programa que apunta a reunificar la oferta de turismo rural que existe en todo el país, crear un registro de los distintos operadores y oferentes de estos servicios, y estimular la expansión del negocio, con una inversión de 50 millones de pesos.
Se trata del Proyecto Nacional de Turismo Rural (PRONATUR), impulsado desde el Ministerio de Producción, a través de las secretarías de Agricultura y de Turismo, y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
"El objetivo es contribuir a la expansión del negocio del turismo rural en la Argentina, aumentando el volumen de producción turística y el ingreso de divisas; priorizando la participación del sector privado, incluyendo asociaciones y grupos de turismo rural", explicó el coordinador nacional del PRONATUR, José Luis Godoy.
Precisó que con esta iniciativa se apunta a "lograr una masa crítica de productores de turismo rural en condiciones de ofrecer servicios de calidad, técnicamente factibles, económicamente viables y ambientalmente sostenibles".
El PRONATUR tiene un horizonte de ejecución hasta diciembre de 2010, demandará una inversión de 50 millones de pesos; y cuenta con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El Proyecto abarca todo el territorio nacional, dividido en 5 regiones turísticas: Norte, integrada por las provincias de Salta, Tucumán, Jujuy, Catamarca y Santiago del Estero; Litoral, por Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Entre Ríos y Santa Fe; Centro, con Buenos Aires y Córdoba; Cuyo, con Mendoza, San Juan, San Luis y La Rioja; y Patagonia, con La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
El PRONATUR considera actividad de turismo rural a aquella que se realiza en un establecimiento agropecuario el cual abre sus puertas, con o sin alojamiento, a las personas, para observar y eventualmente participar de las actividades que se realizan en el interior del mismo.
La iniciativa surgió, según Godoy, a partir de que "la oferta existente está poco consolidada y organizada, con escaso apoyo del sector público", y subrayó que "falta un posicionamiento efectivo en los mercados emisores de turistas a nivel nacional e internacional".
También destacó que "falta caracterización del producto turismo rural en general", y remarcó que "hay dificultades en la comercialización".
Por ello, puntualizó que el PRONATUR contempla "la necesidad de capacitar a productores, operadores, técnicos y funcionarios tanto en temas específicos como de gestión".
Asimismo, puso de relieve "la ausencia de una única base de datos integrada".
La Nueva