Astillero Contessi es una firma nacional de origen italiano fundada en 1965 por la familia de Federico Contessi, que llegó a la Argentina en la década de los cincuenta en busca de oportunidades, luego de escapar de la guerra que atormentaba a todo el territorio europeo. Con el paso de los años, la compañía fue gerenciada por distintos herederos, hasta que cayó en manos de Domingo Contessi, bisnieto del fundador, quien la dirige actualmente.
“Queremos mantener la vocación y filosofía que viene implantando la familia, porque creemos que así lograremos subsistir en épocas de crisis”, comentó el director desde las instalaciones del espigón 4 del puerto de Mar del Plata.
Tras realizar la segunda botadura del año y con el objetivo de terminar tres buques más antes de diciembre, Domingo Contessi, manifestó que la industria naval argentina estaba bastante retrasada, ya que hasta hace dos años se utilizaban embarcaciones de más de tres años de antigüedad.
“La mayor parte de la flota pesquera nació vieja: se conformó con barcos usados, que llegaron en los noventa durante una importación masiva. Siempre hubo muchísimos obstáculos para renovarnos. En los últimos años, y en parte por las tragedias de los barcos pesqueros Riegel y El Repunte, las autoridades se dieron cuenta que renovar la flota era una necesidad”, explicó.
Fue en ese contexto que apareció el Decreto 145/19, que ofrece los lineamientos esenciales para la modernización de la flota pesquera, abriendo una línea de crédito del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE).
Según Domingo Contessi, estas medidas impulsaron la industria naval pesquera, aunque considera que el crédito es bajo. “No deja de ser una señal porque desde fines de los ochenta que no existía ningún tipo de financiamiento en la Argentina para construir barcos”, indicó.
En marzo, el astillero familiar lanzó el pesquero Luca Santino, que es un fresquero de 26.9 metros de eslora, de doble tierra cubierta, construido para la empresa Cabo Vírgenes, que se dedica a la explotación del langostino en Puerto Madryn. Es el primer buque de estas cualidades argentino que dispone de una máquina de producción de hielo líquido a bordo. Asimismo, también se arrojó al mar un nuevo costero clásico, llamado El Padrino, que compró Deseado Fish, que opera en Rawson. Con estas incorporaciones, se reemplazaron equipos de 31 y 59 años de antigüedad, respectivamente.
Las unidades no solo se orientarán a la pesca de langostino, sino que también operarán sobre merluza hubbsi, anchoíta y otras especies patagónicas. Se espera que lo capturado se procese en plantas chubutenses.
“Es un buen momento para la industria naval pesquera, un sector netamente exportador que ha alcanzado muy buenos resultados en los últimos años con la captura del langostino”, alegó Domingo Contessi.
Vale aclarar que entre 2018 y 2019, Astillero Contessi incrementó en un 57% su personal de trabajo y pasó de 47 empleados a 75. El crecimiento se dio en el marco de un proceso de inversión en maquinaria y equipamiento de última generación que requirió mucho empeño.
“En promedio, un buque lleva nueve meses de trabajo. Teniendo en cuenta el personal de las empresas proveedoras de servicios subcontratados, como instalación eléctrica o frigorífica, más de 250 personas pueden estar en obra al mismo tiempo en el taller”, informó el director.
Entre los planes a futuro, se destaca un prototipo AC39, que es un pesquero congelador de 39,9 metros de eslora; y un fresquero de doble cubierta que contará con innovaciones tecnológicas.