Dentro de la Argentina, la industria del maní se desarrolla en más de 498.700 hectáreas. La mayor concentración está en Córdoba, aunque en los últimos años el cultivo se extendió en otros territorios como Jujuy, San Luis, La Pampa, Santa Fe y Buenos Aires. Alrededor del 90% de la producción se destina a la exportación, donde los principales compradores son Holanda, Gran Bretaña y Rusia. Si bien el panorama es bastante alentador, agroempresarios trabajan arduamente para potenciar la calidad y rendimientos de sus producciones.
Durante la 34º Jornada Nacional del Maní, realizada en la ciudad cordobesa de General Cabrera, el gerente del programa Pronutriva y tratamiento de semillas de UPL Argentina, Rafael Olivella, contó sobre los efectos de las aplicaciones foliares en el rendimiento y la calidad del maní con la incorporación de extractos de acción bioestimulante.
UPL es la empresa de biosoluciones número uno a nivel global. En nuestro país está presente hace casi cinco años y viene creciendo en base a un concepto que se enfoca en integrar biosoluciones a la protección de cultivos. Se implementan para controlar plagas, malezas y enfermedades, estimulando y reduciendo el estrés de los las plantas para que logren una mejor calidad.
“Al momento de aplicar el terápico de semillas Rancona Dimensión, agregamos un bioestimulante como Biozyme TF para conseguir una mejor implantación y disminuir el impacto de los problemas de nacimiento que tiene el maní, que es una semilla de gran tamaño, cuya energía germinativa y su emergencia se ven afectadas por las temperaturas del suelo”, comentó Olivella.
Incorporando Biozyme, que está compuesto por extractos vegetales de efecto bioestimulante, se consigue que las semillas de maní adquieran mayor vigor y consigan una mejor y más rápida emergencia, aunque las temperaturas no sean buenas.
Una vez que emergió el maní, usualmente a fines de diciembre, arranca el momento del clavado, adhiriendo el antiestresante Biotron Plus, que ayuda a atenuar los problemas que hayan ocurrido durante el cultivo, ya sea debido a las condiciones climáticas o la fitotoxicidad del lugar. En ese momento también se aplica el fungicida Evito T Pack Maní, que es una mezcla de Fluxoastrobin y Tebuconazole, con el que se vuelve a incorporar Biozyme para mejorar la formación de los primeros frutos y lograr un clavado uniforme.
“La segunda entrada de fungicida, que generalmente rota principios activos, se centra en el control de la viruela. Es allí donde le agregamos un producto denominado K-Fol, que incluye potasio y fósforo, y mejora el llenado de las cajas de maní, consiguiendo un buen tamaño, calibre y calidad”, detalló.
Aún resta investigar sobre otros beneficios de los foliares, aunque –de todas maneras– se puede confirmar que con estos aportes, el maní podría sumar 500 kilos de rendimiento por hectárea y mejorar en un 10% los valores de calidad confitera.
“A la hora de la cosecha, salta a la vista que mejoran el grano y producen menos pérdidas. Esto provoca que el maní llegue en condiciones a la zaranda de calidad”, concluyó el gerente”, indicó.