Ecofactory: una empresa argentina sustentable que aspira a conquistar América

A Martín Jersonsky los temas vinculados con la preservación y el cuidado del medioambiente le interesaron desde su más temprana infancia. Cuando era chico y veraneaba en la casa que sus abuelos tenían en Villa Gesell, se entristecía al ver como al final de la tarde las playas se colmaban de residuos y como no se desarrollaban planes de capacitación e incentivación para motivar a las personas a que no tiraran basura.

Luego de graduarse en Economía y trabajar en marketing para empresas de consumo masivo, decidió crear una bolsa que fuera reutilizable, económica y reciclable. Fue así que creó Ecofactory, una compañía sustentable que busca reducir las huellas de carbono en el planeta.

“La humanidad está ante un grave problema por la cantidad de bolsas descartables que usamos y disponemos. Según datos oficiales, en 2017 solo en la Argentina se descartaron 24 millones de bolsas por día”, señaló.

El desafío fue crear una bolsa que fuera amigable para el medioambiente. Tras varias investigaciones, llegó a la conclusión que la bolsa que generaría menos basura sería la que más reutilizable fuera. Entre las alternativas disponibles, consideró que las de tela no tejida eran las más indicadas, ya que podían reutilizarse más de 200 veces. “Para que una bolsa sea considerada reutilizable debe durar por lo menos veinte usos y ser lavable”, aseguró.

Una vez que se definió la materia prima, el reto estuvo en implementar la tecnología de automatización indicada para fabricar el producto a un costo bajo que facilitara su masificación. Así, se desarrolló una tecnología de soldado por ultrasonido con manufactura robotizada, que hoy es el estándar base de las principales empresas del mundo.

Ahora bien, el desafío más grande fue cambiar los hábitos de los consumidores, acostumbrados a que todos los comercios les ofrezcan bolsas de plástico desechables. “Para esto trabajamos con organizaciones ambientales como Vida Silvestre, así como con jugadores clave de la economía interesados en buenas prácticas ambientales”, subrayó.

La idea pudo ser comprendida y para 2010 se consiguió que varias ciudades de la Patagonia se declararan libres de bolsas desechables. Por su parte, en 2016 se realizaron iniciativas con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que se convirtiera en la primera ciudad grande de América Latina sin artículos de este tipo.

Ecofactory fabrica sus productos bajo normas ambientales ISO14001 y normas de proceso ISO9001, ambas certificadas. Tras establecer el negocio en el mercado local, se expandió por el mundo, logrando ingresar en Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile, Costa Rica, Perú, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala.

El objetivo es estar presente en toda América para 2020, incluyendo México, Estados Unidos y Canadá. La firma cuenta con 70 empleados directos y ofrece trabajo a más de mil personas de manera indirecta.

“Buscamos a los clientes con cuidado y llegamos a ellos por todos los medios posibles: desde LinkedIn hasta llamados telefónicos, mails y visitas personales. No es un trabajo fácil porque siempre hay barreras a la exportación que vienen de la mano de la falta de financiamiento, los altos costos y los impuestos. Aun así, salimos adelante y nuestra empresa exporta el 50% de la producción. En 2018, facturamos cerca de diez millones de dólares”, cerró.