l alcaucil, también conocido con el nombre de alcachofa, es originario de la costa mediterránea, pero rápidamente llegó a Argentina de la mano de los inmigrantes y se convirtió en una verdura muy popular, sobre todo en regiones como Mendoza, donde podemos conseguirlo fresco.
La curiosidad es que consumimos una parte de la flor, que aporta tantas vitaminas y tan pocas calorías que es el aliado ideal para cualquier dieta.
Pariente directo del cardo, el alcaucil crece en climas templados, y se consume cuando su flor está a pleno y se inicia la cosecha. En la verdulería, debemos fijarnos que esté con sus hojas bien comprimidas y con aspecto fresco, y que el corazón no tenga pelusas.
Además de ser deliciosos, contienen minerales como el calcio, hierro, potasio, fósoforo y magnesio. Aportan vitaminas A, C, E y del grupo B como la B1, B3 (niacina), B9 (ácido fólico)
La alcachofa tiene tantas propiedades medicinales que es muy utilizado en la industria farmacéutica, sobre todo como remedio hepático. Con solo comerlo, conseguimos todos estos beneficios:
Gobierno de Mendoza