a mastitis es la inflamación de la glándula mamaria que, en la mayoría de los casos, se debe a la acción de bacterias, principalmente Staphylococchi. Además de la situación que genera la presencia de mastitis tanto en ovejas como en cabras, por el costo de los tratamientos, la pérdida de leche y, en algunos casos, hasta la pérdida del animal, la presencia de estas bacterias afecta directamente a los seres humanos que consumen leche, queso de crema y sus derivados.
Se pueden reconocer cuatro formas de mastitis:
En este tipo de mastitis, el dolor, la alta temperatura y la hinchazón (edema) de la ubre, está acompañada de una depresión generalizada de la cabra, que tiene más de 38º de fiebre y no come. En algunos casos, incluso con la intervención del veterinario, el animal no sobrevive.
La enfermedad afecta solamente a la ubre y la cabra no sufre tanto a nivel general. La ubre puede hincharse, aumentar de temperatura y provocar dolor. También es posible que la afecte solo en uno de sus lados.
La mastitis en este estado no es visible y la glándula mamaria todavía no está muy inflamada. Produce una leche con demasiados glóbulos blancos, células y bacterias.
Si una mastitis subclínica no se trata adecuadamente se convierte en crónica y la ubre pierde gradualmente la capacidad de producir leche, se puede atrofiar (encogerse y endurecerse), o desarrollar nódulos duros dentro de ella.
Por lo general la mastitis es causada por un ordeño inexperto o una máquina de ordeño defectuosa, traumatismos o cortes en la ubre o los pezones, mala higiene y la presencia de bacterias patógenas.
Todos los gérmenes viven libres en el ambiente esperando la oportunidad de colonizar la punta del pezón, entrar en la ubre y fijar la enfermedad. Pero además se transmiten a las demás cabras sanas durante el ordeñe, debido a malas prácticas de higiene.
Otras causas frecuentes de la mastitis son la hipotermia y la suciedad que pueda haber en su establo.
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En primer lugar, la limpieza y desinfección de los ambientes es la base de una buena cría. Pero, además, después de ordeñadas, deben limpiarse las ubres y desinfectarse los pezones con productos específicos. Esta práctica reduce el porcentaje de nuevas infecciones entre un 30 y un 40%.
Solo el veterinario es capaz de determinar qué tipo de mastitis tiene el animal enfermo y llevará adelante un tratamiento en el que estarán presentes diferentes elementos. Seguramente, el experto prescriba medicamentos especiales y la implementación de algunos procedimientos fisiológicos.
Por lo general, se inyecta una solución de penicilina o estreptomicina en la parte afectada de la ubre. Si el animal está muy dolorido, se emplea mastomicina, que contiene lidocaína. También se puede preparar una pomada anestésica mezclando 1 gramo de novocaína, 20 gramos de vaselina y 4 gramos de ácido bórico, y frotar suavemente la ubre.
Después de la aplicación de una inyección de alguna droga, la ubre del animal se debe masajear ligeramente de abajo hacia arriba. El tratamiento farmacológico de la mastitis debe ir acompañado de partos frecuentes de leche y debe realizarse el procedimiento cada 4-6 horas (excepto por la noche).
Después de ordeñar, se frota pomada de ichtiol sobre la parte afectada, 2 veces al día durante 4 días. El veterinario, además, prescribe tratamiento sintomático y el primer día de la enfermedad se aplica una compresa fría a la ubre de la cabra, y compresas tibias los días siguientes.
Suele administrarse también algún diurético y un laxante.
La curación de la mastitis en las ovejas y en las cabras es un proceso que debe llevarse a cabo meticulosamente para detener, principalmente, el edema grave de la ubre.
La alimentación del animal no debe contribuir al desarrollo de la enfermedad, por lo que deben excluirse todos los alimentos que puedan estimular la lactancia. Lo más adecuado es suministrar frutas jugosas, verduras y patatas. También se recomienda reducir la cantidad diaria de alimentos en general. El alimento principal para una cabra enferma con mastitis debe ser heno de alta calidad y ramas finas.
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