l carpincho tiene en nuestro territorio zonas muy delimitadas. La mayor aptitud para su desarrollo se presenta en Corrientes, en las cercanías del Estero del Iberá, toda la zona cercana a la represa de Yacyretá y en las orillas del Paraná y el Uruguay. Desde ya las provincias recorridas por estos ríos, tienen en sus costas aptitud productora, aunque menor que en la zona anteriormente mencionada. Chaco, Formosa, Santa Fe y el delta del Paraná en provincia de Buenos Aires, reúnen condiciones adecuadas que se extienden hasta la desembocadura del río Salado.
La utilización del carpincho es diversa. En Colombia, Venezuela y Brasil se utiliza su carne como alimento y la grasa derretida como un remedio natural contra el asma. Brasil exporta el cuero a Argentina para la confección de prendas y artículos de marroquinería que alcanzan alto valor en el mercado.
En Argentina el principal producto es el cuero. La carne, por lo general es consumida usualmente por los mismos cazadores y en pequeña escala en las ciudades cercanas.
La obtención de cueros se halla a cargo de cazadores que persiguen al animal con fines de subsistencia llamados carpincheros, así como de cazadores organizados y semi dependientes de los acopiadores y los criaderos.
A diferencia de los cazadores, el objetivo principal de los criaderos es la producción de carne. De acuerdo a informes de la Asociación de Criadores de Carpinchos, los establecimientos se hallan en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes.
El carpincho no es una especie que esté en peligro de extinción, y no se halla incluida en los listados de la Convención CITES.
Cuero: El cuero de carpincho tiene gran valor por su suavidad, resistencia y vistosa superficie (flor). Es apreciado en el mercado mundial y se lo denomina “carpincho leather”, es decir, que se utiliza el nombre argentino del animal. Los productos argentinos confeccionados con cuero de carpincho son reconocidos y valorados en los mercados externos.
El cuero de mejor calidad es el de los ejemplares de criadero, ya que no presenta los cortes y escoriaciones propios de los cueros provenientes de animales silvestres.
Carne: La carne de carpincho silvestre suele ser de sabor un poco fuerte (no así la carne proveniente de animales en cautiverio) pero excelente en sus condiciones de industrialización. Por su capacidad de retención de agua y gran poder emulsificante permite fabricar embutidos de elevada calidad y muy buen rendimiento: salchicha, chorizo, mortadela, lomo ahumado y jamón.
El aprovechamiento industrial generaría productos diferenciados posiblemente más aceptados por el público que la carne fresca del animal.
Aceite: El tercer producto comercial obtenido del carpincho es el aceite (Ojasti, 1991), que se extrae de la grasa subcutánea. Es muy estimado como medicina para el asma en Argentina, Brasil y Uruguay, y pueden obtenerse hasta 4 litros por cada animal adulto.
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