as palabras “Brot” o “Brötchen” son seguramente algunas de las más pronunciadas en el día a día de los alemanes. El pan es sin duda uno de los alimentos más importantes en Alemania, y según Andrea Fadani, director del Museo de la Cultura del Pan en Ulm, este honor se debe a la labor de los gremios en la Edad Media:
“Los gremios controlaban los precios y la calidad de los productos de panadería y extendieron la fama del pan. Y a partir de ello se ha desarrollado algo que podríamos llamar arte del sabor. Un arte en el que los panaderos realmente se esforzaron para crear productos muy especiales.”
Así, las panaderías en Alemania son casi más un espectáculo que un negocio: en ellas se exponen más de 300 tipos de panes y 1.200 tipos de panecillos diversos para el deleite de nacionales y extranjeros. Pero a estos últimos, lo que más suele llamar la atención es el hecho de que la mayoría de los panes tienen un tono oscuro.
Y es que, en Alemania, el centeno es el producto estrella en el mundo de la panadería, y la especialidad de los panaderos alemanes: en ningún otro país del mundo se hacen creaciones tan virtuosas con este grano como en Alemania.
Bernhard Rott, presidente de la panaderia Stadtbrotbäcker Rott GmbH en Bonn, recuerda que no es una tarea cualquiera: “Debo decir a favor de los panaderos que no es fácil amasar el pan de centeno. Los panaderos alemanes saben cómo hacerlo, y por eso tienen fama a nivel mundial. Y por eso también ofrecen una variedad de panes tan grande que sólo puede conseguirse con la mezcla de trigo y centeno.”
Un Bauernbrot es un pan de centeno casero crujiente, sabroso y con siglos de tradición a sus espaldas, a continuación, como prepararlo:
DW