Cuando decimos que en Argentina tenemos todos los paisajes, muchas veces nos olvidamos de otro pequeño detalle: tenemos, también, todos los climas. La gran extensión de nuestro territorio, su amplitud latitudinal y el contraste del relieve son algunos de los motivos que determinan esa variedad climática tan amplia. En el clima, por supuesto, repercute la geografía. Estos son algunos de los factores geográficos que inciden en forma directa y determinan las características climáticas de las diferentes regiones:
- Latitud: La Argentina se caracteriza por un gran desarrollo de la latitud que es, fundamentalmente, lo que origina la variedad climática del país.
- Relieve: Las cadenas montañosas que se extienden de norte a sur, en el oeste del país, facilitan la circulación de masas de aire en el este, lo que determina diferentes tipos de vientos.
- Influencia del mar: La presencia del mar, que conforma una frontera natural al este, ejerce una acción moderadora, lo que disminuye la amplitud térmica.
- Asimismo, diversos fenómenos meteorológicos influyen en el clima:
- Vientos: Locales o importados, los vientos tienen mucho que ver con el clima que se vive en las distintas regiones. A nuestro territorio llegan vientos cálidos, húmedos y fríos, que proceden de los anticiclones atlántico, pacífico y antártico. Además, actúan los vientos locales: el Zonda, la Sudestada y el Pampero.
- Tornados: Se originan entre octubre y marzo en la cuenca del Plata.
- Nevadas: Las nevadas son escasas en la mayor parte del territorio y se concentran –por intensidad y por frecuencia– en el sector andino.
- Heladas y granizo: Las heladas coinciden con el avance de vientos fríos del Pacífico Sur o en zonas de altas montañas y en las mesetas patagónicas. El granizo se produce cuando una masa de aire se enfría con rapidez, y puede darse en todo el territorio.
Como vemos, nuestro clima, así como nuestro territorio, nuestra gente y nuestra cultura, están definidos por su gran diversidad.
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