e encuentra mayormente en Argentina, aunque también se presenta algunos sectores chilenos al oriente de la cordillera de los Andes. Está delimitada por los bosques húmedos de la cordillera de los Andes hacia el oeste y por el océano Atlántico hacia el este.
Por el Norte limita con la región de Cuyo y la llanura pampeana, por el Oeste y el Sur con la Patagonia andina y Chile y por el Este su límite es el mar Argentino. Se extiende hasta el estrecho de Magallanes, prolongandose meridionalmente en las planicies riograndenses de Tierra del Fuego, y por el Este conforma bajo el nivel del mar la plataforma continental, que incluye las islas Malvinas.
Geomorfológicamente corresponde a la meseta patagónica , su clima es árido y semiárido donde la temperatura rara vez supera los 12 ° C y las medias tan sólo 3 °C. La región experimenta unos 7 meses de invierno y 5 meses de verano. El permafrost se presenta solo marginalmente, pero la nieve es frecuente, especialmente en el invierno. Los Andes, al oeste del desierto, son la razón principal para el estado del desierto patagónico, ya que inhiben el flujo de humedad del oeste del sur del Pacífico de alcanzar el interior. Esto crea una sombra de lluvia que da cuenta de la formación del desierto y es por eso, a pesar de aproximadamente la mitad del desierto que sólo unos 200 kilómetros del mar, como un gran desierto se encuentra en la región. La corriente fría de Malvinas fuera la costa atlántica de América del Sur también contribuye a la aridez de la zona.
A pesar de las condiciones ambientales hostiles, muchas especies de animales se han adaptado a vivir en la Patagonia. Algunas sólo viven en la periferia más habitable y geográficamente más variada de la ecorregión. La lechucita vizcachera, el ñandú petiso o choique, el guanaco, el tuco-tuco patagónico, la mara, el pichi, la comadrejita patagónica, el hurón menor, el zorrino patagónico, el puma, el zorro gris patagónico o chilla, la iguana del desierto, y varias especies de águilas y halcones son algunas de las especies de animales que habitan en la región.
La flora de la región es muy particular, e incluye varias especies de arbustos con adaptaciones xerófitas, como Acantholippia, Anarthrophyllum, Benthamiella, Junellia, y variadas especies de pastos. Hierbas acuáticas existen en las lagunas efímeras que se forman a partir de la escorrentía de los Andes.
Forma parte de las unidades estructurales más antiguas del país, se encuentran en ella manifestaciones del basamento cristalino que aparece superficialmente en distintas zonas, sobre el que se han depositado sedimentos marinos y continentales más modernos y en último término una espesa capa de rodados tehuelches o patagónicos, parcialmente cubiertos por nuevas rocas volcánicas, sobresaliendo los sedimentos jurásicos y cretásicos sobre los que se localizan los principales yacimientos petrolíferos.
El relieve actual de las mesetas es consecuencia de una serie de movimientos epirogénicos que no afectaron por igual a toda el área, pudiéndose distinguir mesetas y terrazas, sierras, valles y cañadones y depresiones.
Las mesetas, llamadas regionalmente pampas, son extensas planicies horizontales cuyos bordes forman barrancas de hasta 200 m. Al Oeste son más frecuentes los mantos de basalto que, más resistentes a la erosión, dan al perfil de la meseta un rasgo característico: la llamada barda. Las terrazas son superficies planas, escalonadas, por las que se desciende desde la meseta hacia los valles y cuencas.
Los valles fluviales atraviesan las mesetas casi transversalmente desde sus nacientes en los lagos o el reborde oriental de los Andes patagónicos hasta su desembocadura en el Atlántico. Los ríos que los forman, alimentados por las lluvias invernales y los deshielos estivales, se deslizan por amplios y profundos valles, no son navegables y varios han sido aprovechados hidráulicamente con la construcción de embalses (Florentino Ameghino, Alicurá, El Chocón y otros).
Los cañadones son antiguos valles fluviales, generalmente de suelo salino, desconectados del sistema actual, que llevan agua sólo en ocasiones; en estas cuencas el agua origina excelentes pastizales. Las sierras se levantan aisladas en el Oeste e integran el llamado sistema de los Patagónides. Las depresiones ocupan extensiones de formas y dimensiones variadas, algunas de ellas bajo el nivel del mar.
El clima imperante en la región es árido y frío, con vientos del Oeste que soplan a gran velocidad. Las precipitaciones inferiores a 300 mm son invernales y se producen en forma de nieve. Existe un gran contraste entre la duración del día estival (16 horas de luz) y el invernal (8 horas) en el extremo austral de la región.
La sequedad y el viento imprimen a la vegetación un carácter uniforme, predominando la estepa arbustiva fuertemente aferrada al suelo, en la que predominan las formas en cojín. Las riberas de los ríos pueden estar acompañadas por un monte de sauces, en galería; en los bajos húmedos crecen los mallines y en Tierra del Fuego las turberas.
Las condiciones del suelo, el clima y la vegetación han determinado el escaso poblamiento de la Patagonia. El recurso más importante es la ganadería, con la cría extensiva de ovinos con prácticas trashumantes, predominando las razas Corriedale y Merino. Esta actividad determinó el establecimiento de puertos sobre el litoral, para atender sus necesidades, radicándose en ellos posteriormente, la industria frigorífica y en tiempos más recientes la actividad pesquera, que incluye la explotación de algas, peces, crustáceos y mamíferos marinos.
La agricultura sólo es posible en las zonas que disponen de riego, como en los valles de los ríos Negro y Chubut y junto al lago Colhué Huapi. El oasis fluvial de mayores proporciones es el del alto valle del río Negro donde las grandes obras de irrigación permiten la práctica de la agricultura en gran escala, con cultivos protegidos de los fuertes vientos por cortinas de álamos; produciéndose frutas de excepcional calidad (manzanas, peras y vid) que se exportan o industrializan en el lugar. Existe también una importante producción hortícola, sembrándose además alfalfa como forrajera.
La actividad minera cuenta como principal riqueza al petróleo, cuya zona de explotación más notable es la de Comodoro Rivadavia, encontrándose también yacimientos en Neuquén (Plaza Huincul), Río Negro (Colonia Catriel), Santa Cruz y Tierra del Fuego. También se explota carbón, especialmente en Río Turbio, hierro en Sierra Grande, turba en Tierra del Fuego, uranio en Chubut, yeso, arcilla y caollín, entre otros minerales.
Las zonas más industrializadas son las del alto valle del río Negro y Comodoro Rivadavia y las industrias más destacadas la petroquímica, del cemento, del aluminio (ALUAR), textiles y derivadas de la pesca.
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