Con el objetivo de mejorar la rentabilidad del sector, un grupo de productores bonaerenses trasladó abejas hasta la ciudad de Famaillá, en Tucumán. La iniciativa propone ayudar al proceso natural que se da en los cultivos de arándanos y cítricos del norte del país.
De esta manera, apicultores de Carlos Casares, Alberdi, Trenque Lauquen y General Pueyrredón trasladaron 3.000 colmenas en un claro ejemplo de mejora de la rentabilidad para ambas provincias.
En el proceso de polinización, los insectos y las plantas generan una mutua dependencia: la abeja aumenta la diversidad genética de las especies y se transforma en vital para la supervivencia, gracias a lo cual las semillas crecen más vigorosas y los frutos se forman con una mejor calidad.
En este contexto, numerosos estudios científicos aseguran que las abejas silvestres son el ingrediente clave para obtener mejores y mayores rendimientos en los cultivos del arándano.
La oportunidad para el traslado surgió a través de un productor tucumano de arándanos y cítricos orgánicos –limón, naranjas, mandarinas y quinotos– para la venta a gran escala. “Es importante la diversificación de diferentes productos de la apicultura, además de la miel, para mejorar la rentabilidad del sector y de los productores apícolas buscando nuevas alternativas como en este caso la polinización. Creo que ahí radica la importancia de esta iniciativa”, expresó la Unidad de Coordinación Apícola bonaerense.
Cabe destacar que en el territorio bonaerense hay casi un millón de colmenas y 5.000 productores, que generan 18.000 puestos de trabajo en toda la cadena productiva.