i bien Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell son las playas más populares de la Costa Atlántica, la realidad es que hay otras menos conocidas que vale la pena visitar.
La calmada localidad turística de Aguas Verdes se encuentra dentro del Partido de La Costa. Se trata de un balneario de hermosas playas azules con un cordón vegetal de seis metros de altura.
Quienes tienen la oportunidad de visitar el pueblo, disfrutan del ambiente tranquilo y relajado que brinda la naturaleza. En sus playas de entre 100 y 150 metros se pueden pescar corvinas, brótolas, pejerreyes y cornalitos.
Aguas Verdes está separada de sus localidades adyacentes por terrenos que aún no fueron loteados. Sólo se conecta con Lucila del Mar por el Castillo Duhau, diseñado por León Dourge, que cuenta con un gran parque y una costa marina. Dicha construcción puede verse desde los médanos de la playa.
A 360 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires se halla el pueblo pesquero Mar Azul. Adornado con una abundante vegetación donde predominan los pinos marítimos, es un lugar de 1.700 habitantes que brinda la oportunidad de disfrutar grandes experiencias más allá del disfrute de la playa: desde paseos a caballo, pesca consciente, paseos en cuatriciclos, hasta visitas a la reserva natural Faro Querandí.
El pequeño pueblo de Mar del Sur tenía un objetivo seguro: ser como Mar del Plata. Allí, según los proyectos del siglo pasado, terminaría el tren que uniría la Capital con las playas sureñas; tan seguro era el proyecto que los inversores construyeron antes de tiempo un lujoso hotel 5 estrellas.
Sin embargo, la realidad resultó ser otra, y Mar del Sur quedó lejos de la urbe. Entre sus obsequios naturales, este pueblito ofrece: caminatas en el campo y en la playa, donde se disfrutan de los más bellos atardeceres; el Remanso, una playa de pesca con aguas turbulentas; una hermosa laguna donde se suele acampar y que desemboca en una cascada sobre el mar; y las Rocas Negras, un hermoso malecón natural de piedras que se adentra 300 metros en el mar, hogar de numerosos animales marinos como calamares y cangrejos.
Costa Bonita es un pueblo ubicado en la localidad de Necochea, que resalta por sus urbanizaciones de estilo mediterráneo distribuidas entre la playa y los médanos. A pesar de que su playa sea poco urbanizada y tenga grandes olas, su belleza no tiene desperdicio. Además de su malecón que se adentra 1.200 metros en el mar, cuenta con la Gruta de Lourdes y la Bahía de los Vientos.
A Sauce Grande se accede a través del camino costero que nace en La Rambla. Se trata de un enorme balneario con abundante vegetación, ideal para descansar y reconectarse con la naturaleza.
En el lugar se pueden avistar una enorme cantidad de aves terrestres y acuáticas, por lo que se le considera un reservorio de especies. El Calvario construido para conmemorar el Vía Crucis en Semana Santa es una visita obligatoria.
A 81 kilómetros de Bahía Blanca, al sur de Buenos Aires, poblado de abundante vegetación y playas templadas, se encuentra el hermoso pueblo de Pehuen Co. Se trata de la última playa del litoral marítimo bonaerense, ya que en sus inmediaciones se encuentra la línea que separa las aguas argentinas de las aguas interiores de la mencionada bahía.
Además de las playas, el sector también cuenta con pequeñas lagunas y médanos que pueden llegar a alcanzar hasta 30 metros. Su costa tiene una extensión de diez kilómetros de largo y 143 metros de ancho.