a Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande inició un concurso de participación hace seis años con el objetivo de crear un parque de flora nativa de 22 hectáreas sobre el paso internacional del sector.
Lo principal era resaltar el patrimonio natural adyacente a la represa y rescatar el ecosistema de la zona que sucumbía ante la maleza de la producción de eucalipto. En aquel entonces, el ganador del concurso fue Fabio Márquez, quien presentó una propuesta que incluía la creación de un parque recreativo y la restauración ambiental.
Se comenzó con la plantación de 800 individuos de 36 especies diferentes, desde molles, espinillos y pitanga hasta cina cinas. Las palmeras Butia yatay fueron trasplantadas a su lugar definitivo.
En la actualidad, el acceso al ecoparque es a través del Museo de Salto Grande. En primera instancia, se aprecia un ambiente de gran valor ambiental y restauración para comprender la biodiversidad de la zona.
Luego, mediante un camino se llega a dos miradores: el primero se encuentra en medio de un pastizal para observar las aves y los diferentes ambientes que se quieren restaurar con la iniciativa; mientras que el segundo está situado en un ambiente acuático en una laguna natural.
En cuanto al área social, se agregaron juegos de madera y piedra para niños de todas las edades. También se construyó un anfiteatro donde se realizan actividades culturales al aire libre.
Sin embargo, un poco más allá, en la zona de restauración ambiental, la intervención urbana es casi nula, ya que el objetivo es conservar e investigar el ambiente nativo en su estado primitivo.