a provincia de San Luis posee un bioma árido de sierras y su diversidad botánica está compuesta por especies que pueden soportar la ausencia de lluvias que se produce en gran parte del año. El proyecto que impulsa el Gobierno provincial tiene como objetivo intensificar la forestación en determinadas zonas que presentan una alta erosión y desbalance hídrico a través de una "lluvia de bombas de semillas" lanzadas desde el aire con un avión.
La acción forestal tuvo lugar dentro de la zona denominada Cuenca El Morro donde se lanzaron simientes en 15 hectáreas del territorio afectado, con un total de 15 mil bombas. Esta zona es una de las más delicadas del territorio provincial en términos ambientales, presenta un mayor daño y fue declarado espacio en emergencia ambiental.
La iniciativa ecológica forma parte del plan ambiental que desarrolla el gobierno provincial, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Parques. La técnica consiste en utilizar un avión cargado con bombas de semillas, para ser lanzadas en zonas de difícil acceso y con alto índice de desertificación.
Las bombas son elaboradas siguiendo la técnica Nendo Dango, creada por el biólogo y agricultor japonés Masanobu Fukuoka y están formadas con arcilla, tierra, compost y semillas. Son producidas por trabajadores de la cartera ambiental y beneficiarios sociales con semillas recolectadas por los ciudadanos. La iniciativa alcanzó una producción de 50 mil bombas, que darán vida y cobertura vegetal con árboles de caldén, algarrobo, entre otras especies autóctonas.
Después de su confección, se secan y funcionan como un microhábitat para las semillas, donde quedan protegidas de la intemperie y de las acciones de animales. Pueden permanecer durante mucho tiempo en estado de latencia, y al comenzar la temporada lluviosa absorben la humedad y germinan, dando inicio al proceso de reforestación.
Cada bomba contiene un “suelo artificial” cultivado con semillas, que buscará incrementar la cantidad de árboles dentro de la Cuenca del Morro, y de esta forma contribuir a la reforestación de los sectores diezmados, frenar el avance de los procesos erosivos ya sea eólicos como fluviales, como así también contribuir a reducir el desbalance hídrico que afecta la zona.
La forestación aérea contempla dos vuelos antes de que finalice el año. En este primer lanzamiento se arrojaron bombas de semillas en la cuenca media, zona con importantes cárcavas formadas a partir del desbalance hídrico del terreno. La segunda siembra se realizará con unas 45 mil bombas que tendrán como destino otras 35 hectáreas.
Agrofy News