ultivo Las Novedades es una empresa radicada en Moreno, provincia de Buenos Aires, que cultiva plantas para interior y las comercializa al por mayor junto con productos provenientes de otras regiones del país, incluyendo orquídeas, cactus y plantas acuáticas. Su historia empezó en 1930 con la llegada desde Italia de sus fundadores, Nicolás y Emilio Martelli, quienes comenzaron humildemente cultivando Jazmines, Diosmas, Buxus y cítricos. Además, fabricaban macetas y otros objetos para el jardín en cemento, imitando hojas de Acanto y troncos, al estilo italiano.
Pasaron casi 90 años desde esos inicios, la empresa se fue consolidando y hoy es conducida por la tercera y cuarta generación. Enterados de su trayectoria, fuimos a Moreno a visitar el vivero. El entorno en el que trascurrió la conversación fue increíble: nos encontrábamos en el centro de una de las naves del vivero, rodeados de miles de orquídeas de todo tipo, color y tamaño, algo poco frecuente. Envueltos en una leve bruma, producto de la humedad que necesita esta delicada planta para desarrollarse y crecer bien, pudimos conversamos con Nicolás, bisnieto del fundador y apasionado de esta bella planta. Con una carrera de Técnico en floricultura inconclusa, Nicolás nos explicó cómo el trabajo del vivero lo fue absorbiendo y apasionando cada vez más. Como la actividad siempre le gustó hace algunos años decidió comenzar sus estudios en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“No terminé la carrera, pero me largué igual; me gusta mucho la práctica, estar sobre la planta”, comienza su relato Nicolás. “Soy cuarta generación en el rubro ya que fue mi bisabuelo quien empezó con un pequeño vivero, negocio que luego continuó mi abuelo, mis tíos y mi padre. Trabajo en el vivero familiar desde el año 2003 y de mi generación soy el único que actualmente se dedica a esto”, dice.
El mundo de las orquídeas es muy especial. Hay gente muy apasionada. Entre ellos Nicolás, quien desde hace diez años se especializa en su cultivo. “¿Qué me atrae tanto de las orquídeas?”, se pregunta. “Y, para mi es esto, no hay otra cosa. No es que no sepa hacer otra cosa, pero esto es lo que me apasiona. Siento una gran motivación al venir diariamente, a pesar de que vivo a 40 km del vivero, por lo que viajo mucho. Pero lo hago con pasión. Y lo que uno hace con el corazón se ve en el resultado”, cuenta, mientras recorre con su mirada ese mar de plantines. Y como hablándole a las orquídeas y acariciándolas con sus palabras, continúa: “Quiero que cada vez tengan más cantidad de flores y pimpollos, voy buscando más luz, tratando de lograr mejor genética”.
Nicolás tuvo la oportunidad de viajar hace algún tiempo a Alemania para visitar una exposición muy importante de flores, IPM ESSEN, la feria líder mundial que representa la cadena de valor de la producción de plantas con alrededor de 1600 expositores procedentes de 50 países que presentan sus novedades de los sectores de las plantas, tecnología, floristería y decoración. “No me daba la máquina de fotos para captar tanta belleza, avance y tecnología. Allí se ven plantas de corta edad con muchas flores. Y eso es lo que estamos tratando de traer desde Alemania nosotros”, explica este joven y apasionado viverista. “Con las orquídeas vamos experimentando, probando distintos sustratos, distintos productos para fumigarla, para combatir distintas cosas que van surgiendo. Y uno va aprendiendo”, agrega.
Si bien las orquídeas se asocian espontáneamente con un artículo de lujo y se sabe que además de costosas son delicadas “nosotros estamos tratando de que la gente le pierda el miedo porque es una planta noble, que dura mucho y florece todos los años”, explica.
La belleza y exuberancia de las orquídeas las hacen especialmente atractivas para regalarlas o tenerlas en casa. Sin embargo, es común que se desconozcan los cuidados básicos que esta elegante planta requiere para que su vida sea duradera. Ante todo, es importante saber que hay más de doce tipos (las Phalaenopsis, las Dedrobium, las Cymbidium, las Cattelya, las Vanda, entre otras), que hay variedades de interior y algunas de exterior, y que cada una de ellas presenta características especiales, por lo que también requieren de cuidados específicos.
“Aquí cultivamos la Phalaenopsis, que es de interior y requiere una temperatura mínima de entre 14 y 15°C. Es fundamental conocer los requisitos de cada orquídea. Si por ejemplo las dejan en el patio en invierno o las riegan mucho, no van a durar”, explica este joven experto.
En cuanto al precio y las preferencias de los compradores, Nicolás explica que, al ser un vivero mayorista, Cultivo Las Novedades las vende a comercios minoristas, que son los que tienen el contacto con el público. “La temporada de venta se está haciendo cada vez más corta. Hoy se vende desde septiembre hasta el día de la madre (a mediados de octubre) mientras que antes la venta continuaba hasta fin de año. Antes los clientes nos pedían plantas más grandes, pero actualmente las buscan más chicas, posiblemente porque cambiaron los hábitos de consumo o porque las quieren para sus departamentos, donde tienen menos lugar. Pero además notamos que la gente no se quiere comprometer a cuidarlas o no saben qué hacer con ellas los fines de semana. Me parece que esto es un poco lo que pasa”, dice. Y agrega “A pesar de que la venta más masiva es en septiembre y octubre, la Phalaenopsis es cada vez más buscada y nosotros intentamos ´popularizarla´. Procuramos acercárselas al público el resto del año, siempre tratando de mantener la venta y de ir incorporando nuevos clientes. Una planta de tres años en un vivero minorista se paga 590 pesos (alrededor de 35 dólares). Pero de ahí para arriba creo que no hay límite… hasta 4000 pesos (unos 250 dólares) o más alguna variedad rara”, dice.
En la Argentina no hay muchos viveros que cultiven este tipo de orquídea. “Seremos unos cinco o seis que las hacemos. Y si bien la planta es originaria del sudeste asiático, nosotros traemos platines de un laboratorio que tenemos en Capital Federal y también las importamos de Alemania y Brasil, donde hay buena genética”, dice. “Al principio hacíamos solo blancas y rosadas, pero la gente va queriendo cambios. Ahora piden una flor mediana, y en Europa se usan las plantas más compactas con más cantidad de flores. Siempre tenemos que estar atento a lo que busca el consumidor. Trabajamos con un ingeniero que nos asesora de forma permanente así que con su teoría y nuestra práctica tratamos de llegar siempre a un buen resultado”, explica.
Actualmente el vivero cuenta con doce empleados, entre operarios y gerentes, y además de orquídeas produce potus y otras plantas, “pero lo que más nos gusta son las orquídeas”, dice Nicolás.
Al igual que otros viveros y productores de la zona, Cultivo Las Novedades pertenece al Cluster Florícola del AMBA y San Pedro (al que me referí hace algunos meses en esta columna). “Nos vino muy bien aprovechar la publicidad y el marketing que se hace desde el cluster”, dice Nicolás. “Creo que veníamos muy atrasados en la promoción y en acercarle el producto al consumidor. Hoy en día la publicidad es todo: es internet, aparecer en medios gráficos, en televisión, en radio. En ese sentido el trabajo que se hace desde el cluster ayudó y hoy somos más visibles”, explica.
Mientras nos despedimos de Nicolás y dejamos atrás el vivero, resuena en nuestros oídos su frase “No es que no sepa hacer otra cosa, pero esto es lo que me apasiona”. Nos vamos con la sensación de dejar atrás a un verdadero apasionado de las orquídeas, del cual sus antepasados estarían muy orgullosos. Ojalá también él pueda inculcarles a sus hijos, la quinta generación, esta misma pasión. ¡Qué lindo sentir que el trabajo no es trabajo!
Phalaenopsis es un género de las comúnmente llamadas "Orquídea alevilla", "Orquídea mariposa" y también "Orquídeas boca" de aproximadamente 60 especies de orquídeas de la subfamilia Epidendroideae de la familia Orchidaceae.
Originarias de Filipinas, Australia, de la zona tropical de Asia y también de algunas zonas de África, las Phalaenopsis probablemente constituyan la familia de orquídeas más populares y conocidas. Su cultivo y comercialización se ha extendido por todo el mundo y son fáciles de encontrar.
Su nombre se debe a su similitud con las mariposas: "Phalaena = mariposa" y "Opsis = parecido" y fue dado en 1752 por el botánico C. L. Blume quien observó ese parecido.
Como muchas otras especies de orquídeas, las Phalaenopsis son epífitas, es decir, crecen en las ramas de los árboles o en medio de las rocas por lo que sus raíces no están hechas para buscar la tierra sino para agarrarse a cualquier estructura o soporte natural y captar los nutrientes a partir del agua de lluvia y la materia orgánica que ésta va arrastrando al deslizarse por los árboles y ramas.
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