a combinación de huevos con queso de cabra es una fórmula infalible. Además, la receta invita a innovar con una nueva técnica para hacer los huevos con un batido, una cocción rápida en agua hirviendo y un escurrido inmediato. El resultado: huevos cremosos y perfectamente revueltos que, cubiertos con salsa de queso de cabra, se convierten en una especie de tortilla invertida.
1- Coloque el queso fresco de cabra en un bowl con 1/4 taza de agua tibia y bata hasta que quede suave. Al mismo tiempo, hierva a fuego lento 3/4 taza de agua en una olla pequeña y agregue el queso de cabra y el queso parmesano hasta que se derritan. Incorpore la salsa de queso de cabra y condimente con sal y pimienta.
2- Bata los huevos durante veinte segundos en una taza mediana. Mientras tanto, ponga a hervir agua en una cacerola a fuego lento. Reduzca el fuego y vierta inmediatamente los huevos revueltos en el centro. Tape la olla y cocinélos por cuarenta segundos. Luego, sujete los huevos con una espumadera, incline la cacerola y tire el agua. Coloque los huevos revueltos en un colador y déjelos escurrir durante diez segundos.
3- Agregue sal, pimienta y aceite de oliva a gusto. Disponga los huevos en el plato y cúbralos con la salsa de queso de cabra. ¡Listo para servir!
1- En una olla mediana coloque leche, crema, esencia de vainilla, un 1/4 de taza de miel y ralladura de limón. Luego, lleve a fuego lento.
2- Retire la cacerola del fuego, tape y deje reposar durante 30 minutos. Agregue más leche.
3- En una taza mediana, bata los huevos enteros con las yemas, el azúcar y la maicena hasta que quede suave. Poco a poco, agregue la mezcla de leche tibia y vierta el contenido del bol en la cacerola. Lleve a ebullición a fuego moderado por un minuto y bata constantemente hasta que la mezcla se espese.
4- Ponga las natillas en una licuadora, agregue el queso de cabra, la mantequilla, el jugo de limón y la sal y mezcle hasta que quede suave. Vierta las natillas en ocho moldes de 3/4 de taza y colóquelos en el freezer hasta que se enfríen (tarda aproximadamente una hora). Puede cubrir el postre con frambuesas y un poco de miel.
1- Coloque champiñones secos en un bol mediano y vierta agua caliente sobre ellos. Remójelos hasta que se ablanden por aproximadamente veinte minutos.
2- Retire los champiñones, reserve el líquido de remojo y píquelos. Luego, cuele el líquido con un colador. Agregue el caldo a la sartén y cocine a fuego lento.
3- En una olla mediana, caliente el aceite a fuego moderado a bajo. Agregue cebolla y ajo y revuelva hasta que la cebolla esté transparente. Añada los champiñones picados, el arroz y la sal y revuelva por dos minutos hasta que el arroz comience a volverse opaco.
4- Coloque media taza del caldo hirviendo al arroz y revuelva hasta que se absorba por completo. Vuelva a añadir media taza de caldo y deje que el arroz lo absorba antes de agregar la siguiente media taza. Cocine el arroz de esta manera hasta que esté tierno, por entre 25 a 30 minutos.
5- Por último, agregue un poco de manteca, pimienta y el queso de cabra.