Ecosistemas Agrícolas / Maíz / Valor Agregado en Origen

La Ley de Biocombustibles, clave para reactivar la economía post COVID-19

El desarrollo de los biocombustibles en la región y la necesidad de una nueva ley en nuestro país fue el foco de uno de los paneles del Congreso Maizar 4.0

La Ley de Biocombustibles, clave para reactivar la economía post COVID-19
martes 14 de julio de 2020
E

l impacto del desarrollo de los biocombustibles y la necesidad de una nueva ley fue el eje del panel “Bioetanol: promoviendo la nueva ola de biocombustibles” del Congreso Maizar 4.0, en el que participaron Juan Luis Fernández, ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán; Eduardo Accastello, ministro de Industria y Comercio de Córdoba; Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno; y el experto brasileño Plinio Nastari, de Datagro Consultoria;

El primeor en tomar la palabra fue Nastari, quien afirmó que la pandemia de COVID-19 no le trajo problemas de precio al etanol, ya que si bien al comienzo de la cuarentena se vio un impacto por la baja en el precio internacional de la nafta, que colapsó el precio del etanol, desde abril empezó a aumentar y en la actualidad cuenta con valores récord.

En este sentido, Nastari explicó que “el problema fue la depreciación de la moneda”, que trajo una transferencia de precios para los commodities agrícolas, y ahora los precios del azúcar respecto de los de etanol de caña están mejor que en los últimos 5 años. “Prevemos una zafra mucho más azucarera, y menos etanol”, indicó.

Con respecto al consumo de etanol en Brasil, manifestó que este año disminuyó, aunque a niveles equivalentes a 2017. Por el contrario, señaló que las exportaciones se ven favorecidas por la devaluación, especialmente las que tienen como destino California, “que paga un premio por la ventaja ambiental del etanol de caña, y en mercados como Corea y Japón”.

“Prevemos que, si el etanol de caña se reduce este año, la producción caiga de 35.500 millones de litros en 2019 a 30.000 millones este año. A la inversa, la producción de etanol de maíz, que se multiplicó 20 veces en los últimos 5 años, crece a tasas muy elevadas: este año cerraría en 1.671 millones de litros, y estimamos alcanzará 2.500 millones de litros en la zafra 2020/21”, manifestó.

Este aumento se relaciona con la producción de maíz en Brasil, que para la cosecha 2019/20 se estima de 102,3 millones de toneladas. De éstas, 75,9 millones serán de segunda zafra, la que más se proyecta que crezca. Con una productividad que tiene mucho para crecer (5.530 kilos por hectárea), el área cultivada de maíz fue de 18,5 millones en el ciclo 2019/20; la segunda zafra ocupó 8,83 millones de hectáreas, lo que implica que el 53,6% de la soja se hace con maíz de segunda”.

Por otra parte, la pavimentación de la ruta transamazónica RB 163 abre una conexión más económica entre el Mato Grosso y las áreas del norte, y con el estado de Pará y el puerto de Belém, para enviar maíz y etanol al norte y nordeste de Brasil y competir con importaciones de etanol de Estados Unidos.

“Los mercados de etanol creemos que se van a seguir expandiendo por los desarrollos de la industria automotriz, con híbridos de menor consumo energético, más eficientes y económicos”, expresó Nastari.  El experto brindó dos ejemplos: el híbrido flex lanzado en septiembre del año pasado por Toyota, que es el automóvil más eficiente y de menor contaminación, y un híbrido en serie de Nissan, que se va a lanzar en Brasil en versión flex en 2021.

Asimismo, Nastari explicó que el etanol reemplazó un 46% de gasolina en 2019; mientras que en la Argentina la cifra no superó el 12%. En Uruguay y Paraguay, el porcentaje fue del 25% y el 8%, respectivamente. “Hay mucho interés en muchos países por el etanol por la baja emisión: en 2030 las bioenergías deberían duplicarse. La producción de biocombustibles debe crecer de 130.000 millones de litros a 500.000 millones en 2030 para atender el Acuerdo de París”, advirtió.

“Estamos yendo a la era del hidrógeno representado por biocombustibles, usando la infraestructura existente, promoviendo tecnología local, estimulando la eficiencia energética, complementado de una manera virtuosa los combustibles tradicionales y los renovables”, finalizó.

Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán, Juan Luis Fernández, se refirió a la situación en la Argentina. Según el funcionario, “la fórmula del bioetanol se castigó durante los tres últimos años de la anterior administración, y luego hubo un congelamiento”.

Asimismo, remarcó que “en la matriz energética nacional, las energías renovables son apenas el 5,83%, y de éstas, el 75% corresponde a eólica y solar, mientras que las bioenergías (biogás y biomasa) son ínfimas (7%)”.

Fernández también exhibió un gráfico con la variación acumulada de precios de los últimos dos años del bioetanol de caña y de la nafta, que muestra que mientras esta última se incrementó un 134%, el bioetanol solo lo hizo un 84%. “Nuestras naftas tienen un 12% de bioetanol, hay una captura de precios”, apuntó.

“A diferencia de otros países, el nuestro tiene un enorme potencial de recursos y hay que administrarlos con criterio nacional. Creo que no tenemos que privarnos de ningún recurso, sino usarlos con el mejor sentido. Pero, ¿la bioenergía para cuándo? ¿Por qué nos cuesta tanto aumentar el corte del 12%? ¿Por qué a esta vaca viva no se la trata como a la otra (en referencia a Vaca Muerta)?”, exhortó Fernández, a la vez que subrayó que, en los últimos tres años, el bioetanol sustituyó importaciones por US$1.634 millones.

En tanto, el ministro cordobés Eduardo Accastello señaló que la incertidumbre de la pandemia obliga a “dialogar para impulsar una fuerte reactivación productiva y de trabajo. Estos cambios geopolíticos y comerciales nos exigen ser más competitivos”.

Asimismo, Accastello recordó “cuando llegó ACA Bio con el proyecto de la planta, que garantizaba la cosecha a los productores, la rotación de cultivos, levantaba el precio y brindaba burlanda a los tamberos. Se fueron multiplicando las áreas sembradas, la inversión, se fueron sumando alumnos y docentes de la UTN, se movilizó el comercio, los talleres; todo un desarrollo productivo. Es necesario tener una nueva ley con el concepto: un pueblo, un desarrollo productivo”.

En la misma línea, manifestó que “el bioetanol también permite reducir costos, como los viajes desde el sur del país con naftas. Hay que promover el uso de flex, tener un gran potencial energético y reducir el valor de la energía: podemos ahorrar 2.500 millones de dólares en sustitución de importaciones”.

No obstante, advirtió que para lograr eso “es importante ir hacia el corte de naftas del 27,5%. El motor flex lo fabricamos en Córdoba. No pretendemos regalías, sino una ley que nos dé 15 años de planificación”, indicó el ministro, al tiempo que resaltó que es posible tener minidestilerías, que no solo permitan el autoabastecimiento, sino también la venta.

“Cada punto que suma de corte la Argentina le va a permitir a las provincias inversiones como la reciente de Bio4, de cientos de millones de dólares. Podemos hacer las plantas duales, de caña y maíz, que tiene Brasil. Tenemos el maíz y la caña de azúcar, solo nos falta una nueva Ley de Biocombustibles, que piense la Argentina para dentro de 15 años; debemos tomar 32 millones de toneladas que hoy se exportan en grano y agregarles valor. Es momento de resignificar nuestros desafíos comunitarios y productivos”, aseveró el Accastello.

Por su parte,  Claudio Molina recordó que el 12 de mayo de 2021 vence la Ley 26.093 que desarrolló los biocombustibles en la Argentina, que dio un plazo de 15 años con la posibilidad de computarlo desde la entrada en vigencia del corte, que fue en 2010. Según Molina, “en la industria del biocombustible hay distintas realidades y opiniones acerca de si prorrogar la ley actual o promulgar otra, porque hay distintas realidades e intereses: el bioetanol de caña; el bioetanol de maíz; el biodiésel de soja de pequeñas plantas, y el biodiésel de soja grandes exportadores, que hoy no participan de manera habitual en el mercado interno”.

Sin embargo, remarcó que “extender esta ley no deja entrar a nuevos jugadores, lo que perjudica a esas empresas grandes de biodiesel”, explicó. “En el caso del bioetanol, hay grandes inversiones que requieren de un nuevo horizonte; hubo cambios tecnológicos en estos años que hay que incorporarlos a la legislación”, afirmó. En este punto, sostuvo que como el horizonte que poseen los productores con la actual ley es de menos de un año, algunos necesitan estirar el plazo, pero “el riesgo es que en ese caso se complique lograr luego una nueva ley”.

Para Molina, lo más importante es que la ley nueva adopte los cambios tecnológicos que han tenido lugar, que deje entrar el desarrollo de biogás, biometano y biojet. Además, hizo hincapié en la necesidad de nuevos mandatos en los productos que ya se están operando. De esa marea, se intensificaría el uso aumentando el corte al 15%, y se determinaría un sendero para los autos flex y UL, fijando nuevos cortes: a un año y medio de sancionada la ley, un corte E18, y llegar a 2027 con un E27,5; y con el biodiesel, llegar a 15% y dejar abierta la posibilidad de ir a nuevos cortes, enumeró.

Por otro lado, consideró que “es fundamental reducir las libertades de cambiar las reglas de la autoridad de aplicación, ya que se necesitan reglas previsibles”. En cuanto al tema impositivo, dijo que “hay presiones para gravar los biocombustibles por necesidades fiscales, pero hacerlo en esta etapa es inconsistente”. Y agregó: “Hay una serie de mecanismos para ser muy prolijos en cuanto a las regulaciones de armado del mercado, cómo se distribuyen las cuotas y los casos excepcionales”.

Nastari destacó que es “fundamental la previsibilidad”, ya que cuando se habla de etanol, de biodiesel y de biogás se habla de un proyecto integral de desarrollo que fusiona la producción de alimentos con la de energía”, e invitó a “estudiar la iniciativa de RenovaBio, que puede aplicarse en la Argentina”. Desde un punto de vista estratégico, argumentó: “Estamos en un momento crítico de escoger la estrategia de movilidad. Debemos integrar cada vez más las cadenas de automóviles, porque esta estrategia viene muy bien en India, China y muchos lugares”.

“El Gobierno no puede no estar de acuerdo con este desarrollo virtuoso: los biocombustibles generan proyectos de desarrollo, permiten sustituir importaciones y generar unidades de negocio microrregionales; que el petróleo se exporte y genere divisas. Hay especulación de algunos empresarios petroleros que reciben subsidios y quieren todo fácil. Nosotros no queremos regalías, queremos bonos de carbono”, concluyó Accastello.

Invertí en periodismo de calidad

En Agroempresario trabajamos para acercarte contenidos que agregan valor.
Quiero suscribirme

Todas las Categorías

¡Envianos tus Contenidos!

Difundí tus Ideas, Conocimientos, Experiencias, Opiniones y Proyectos.


¡Juntos el Campo es más fuerte!











¡Juntos por la eliminación
de las Retenciones!

Te invitamos a contarle a todos los argentinos por qué es bueno eliminar las Retenciones.

¡Sumá tu Stand!

Publicá tu marca en la plataforma líder del agro y aumentá tus ventas hoy.

Recibí los mejores contenidos

Suscribite a nuestro Newsletter y sigamos agregando valor.

Agroempresrio

¡Contenidos que agregan valor!