ué son las “opciones” Son aquellas posibilidades de solución del conflicto, pero mediante la intervención de ambas partes. Es decir, para que haya “opciones”, se necesita acuerdo entre las partes. En esto se diferencia de las “alternativas”, que es lo que cada una de ellas tiene “fuera del acuerdo”.
Para que haya acuerdo, las opciones que el mediador y las partes generen, debe ser mejores a la MAAN (mejor alternativa al acuerdo negociado) que cada una de las partes tiene. Porque … ¿por qué aceptarían un acuerdo, que no es mejor que l61o mejor que cada una de ellas tienen por fuera del mismo?
Esta introducción viene a colación de la convicción que tengo, acerca de que las MAAN que tienen agentes de viajes y turistas respecto a los conflictos derivados del COVID-19, son muy malas. No solo para ellas individualmente, sino para agentes y consumidores, como colectivos, y para el turismo en general.
Hay algo que las partes de un conflicto pierden siempre que el resultado al que se arribe, no sea por la vía del acuerdo, y es control sobre ese resultado. Cada parte expresa de manera adversarial sus argumentos y el derecho que considera que lo avala, y después, el juez resuelve conforme a derecho. ¿Pero… qué seguridad tienen unos y otros de que la forma que sentencie Su Señoría, va a ser en su favor? ¿Ante un hecho extraordinario como el de marras, tenemos la seguridad que la sentencia nos favorecerá? ¿Tenemos la seguridad de que la jurisprudencia tendrá cierta uniformidad, haciéndola relativamente previsible?
¿Si la jurisprudencia favorece mayoritariamente a los consumidores, no se corre el riesgo de quiebras masivas de todo un sector de la economía? ¿Y si, por el contrario, favorecen mayoritariamente a las agencias de viajes, cómo van a recuperar éstas, la confianza del consumidor, después de que fueron llevadas masivamente a litigar, con resultado negativo para estos?
Por último ¿cuáles son las consecuencias colectivas esperables, de la litigación masiva entre consumidores y agencias, incluso desde antes del dictado de la sentencia, e independientemente del resultado individual de cada litigio?: Sumir en la zozobra y la incertidumbre a todo un sector de la actividad turística -en su mayoría compuesto por pymes-, cual “espada de Damocles” pendiendo de un hilo sobre la cabeza de cada agente de viajes (y sus familias y empleados).
Todo lo cual me lleva a destacar la necesidad de generar un interregno de “espacio-tiempo” que permita que agentes de viajes y consumidores puedan ponerse de acuerdo, generando “opciones” de reprogramación de viajes que posibilite el efectivo cumplimiento a las prestaciones comprometidas, tornando la imposibilidad actual, por fuerza mayor derivada del COVID, en una imposibilidad temporaria y no definitiva. También me lleva a apoyar el pedido que el sector de las agencias hace en este sentido, y a instar -humildemente- al Ministro Matías Lammens a actuar en consecuencia, sumando algunos fundamentos, a aquellos que ya expresaron distintos colegas especializados en materia turística, y los propios solicitantes.
https://www.turismoyderecho.com.ar/responsabilidad-de-las-agencias-de-viajes-por-cecilia-molinari/
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