a Euphorbia milii recibe su nombre común de planta corona de Cristo o planta corona de espinas debido a que existe la leyenda de que esta fue la planta que se utilizó para la confección de su corona de espinas. Esta planta, proveniente de Madagascar, es un arbusto que llega a alcanzar, e incluso superar, alturas de 1 metro y destaca por las brácteas de color rojo o rosado de sus flores, que son muy llamativas.
Es una planta suculenta muy resistente, que puede llegar a florecer durante todo el año en el clima y condiciones adecuadas.
Debido a su hábitat original tropical, esta planta no soporta las temperaturas bajas ni los veranos excepcionalmente calurosos y secos. La planta espinas de Cristo debe mantenerse idealmente en unas temperaturas de entre los 20 ºC y los 35 ºC.
Los inviernos fríos pueden hacerle mucho daño o incluso acabar con ella, no debiendo exponerla nunca a temperaturas por debajo de los 5 ºC, ni siquiera de forma puntual.
¿La planta corona de Cristo es de sol o sombra? Definitivamente, la respuesta es la primera opción. La Euphorbia milii se desarrolla mejor y produce más flores cuando se encuentra expuesta a pleno sol, incluso en climas cálidos. Así que, si quieres disfrutar de la flor de la corona de Cristo, búscale una ubicación lo más soleada posible.
Puede ocurrir que, si tu corona de Cristo se encontraba en interior y la trasladas a un lugar a pleno sol, sufra de quemaduras en algunas hojas por la falta de costumbre. Sin embargo, en unos pocos días o semanas la planta se habrá adaptado sin ningún problema y se recuperará rápidamente.
La corona de Cristo no es exigente con su sustrato más que en una característica: el drenaje. La planta no necesita un suelo muy rico en nutrientes, pero sí un sustrato que no retenga el agua ni la humedad durante demasiado tiempo.
Si plantas en jardín, busca una zona donde el agua no se estanque cuando riegas. Si la cultivas en maceta, prepárale una mezcla con turba y arena de río o fibra de coco, que aligeran y mejoran la capacidad de drenaje. Un poco de vermiculita y perlita también ayudará.
La espina de Cristo es una especie muy rústica en lo que a resistencia a la sequía respecta. Puede soportar grandes temporadas sin riego y, de hecho, agradece tenerlas. Riega tu Euhprobia milii solo cuando el sustrato se haya secado por completo, incluso un poco más allá de la capa más superficial. Aplica entonces a la planta un riego abundante, aunque siempre sin encharcarla, detalle por el que es tan importante que tu corona de Cristo tenga un suelo con el mejor drenaje posible.
Si cultivas tu planta espina de Cristo en maceta, asegúrate de que esta tenga agujeros de drenaje. Si le pones un plato debajo, vacíalo siempre unos 20 minutos después de haber regado para que no reabsorba el agua y sufra de encharcamiento.
En invierno, espacia sus riegos aún más, especialmente si la temperatura es baja, ya que la humedad en la tierra puede hacerle muchísimo daño en conjunto con el frío.
Esta planta no necesita abono aunque, como todas las plantas, una pequeña dosis puede ayudarle con la floración. Puedes utilizar fertilizante específico para suculentas bien diluido en agua. Es muy importante que no contenga boro, ya que no le sienta bien.
No apliques demasiado y, si no tienes claras las cantidades, en este caso es mejor pecar de carencia que de exceso: si la abonas demasiado no florecerá.
La planta tampoco requiere poda, aunque si lo que quieres es controlar su crecimiento y forma, el mejor momento para hacerlo es en verano.
Cómo podar la corona de Cristo no tiene ningún secreto: esteriliza las herramientas y corta las partes que hayan crecido demasiado. Pasado el verano, en otoño, puedes retirar las hojas y ramas marchitas para que en la próxima temporada la euphorbia estimule su crecimiento.
Usa guantes gruesos y ten cuidado con sus espinas y su látex, que es irritante. De hecho, usar gafas de seguridad también te puede ahorrar molestias con pequeñas salpicaduras.
Las semillas de corona de Cristo son perfectamente válidas para la reproducción de la planta, pero es más habitual multiplicarla por esquejes, puesto que también resulta muy sencillo y mucho más rápido.
Si tu planta corona de Cristo no da flores puede deberse principalmente a dos grandes motivos: no está recibiendo suficiente luz o hace demasiado frío. Traslada tu euphorbia a una ubicación más cálida e iluminada, evitando la cercanía excesiva de aires acondicionados, calefactores u otras fuentes de calor artificiales.
No obstante, también puede ocurrir que te hayas excedido con su abonado o que no hayas usado uno específico para plantas de su tipo y, por tanto, le cueste mucho florecer y no llegue a hacerlo o lo haga en poca cantidad y tarde.
Ecologia Verde