La temporada de langostinos está en riesgo

e perdieron 500 toneladas de langostinos frescos por una disputa salarial entre el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu) y las cámaras pesqueras. Desde la entidad comunicaron el conflicto obligó a desechar de 500.000 kilogramos del crustáceo luego de que un grupo trabajadores de Puerto Madryn bloqueara la salida de camiones del puerto hacia las plantas procesadoras. Si bien el Somu levantó el piquete, mantiene el paro y se niega a acatar la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.

Según relatan las fuentes de las cámaras empresariales de la ciudad, los trabajadores procedieron a secuestrar los camiones de langostinos evitando la operatividad de los equipos de frío. “Los liberaron con la mercadería podrida”, denuncian. Se sospecha que el sindicato decidió interrumpir las rutas de los camiones dado la baja repercusión a una convocatoria a un paro general entre los trabajadores.

El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, pero el Somu decidió no acatarla. Si bien se consiguió que se levantaran los piquetes en el puerto y en la zona del aeropuerto de la capital chubutense, el gremio decidió mantener el paro.

El origen

El conflicto se inició cuando el sector empresario de la flota congeladora-tangonera –buques que pescan, congelan y procesan el marisco para su venta en el mercado interno y para la exportación– no logró que el sindicato aceptara adecuar los niveles salariales en dólares a la caída de más del 50% del precio internacional del langostino.

La Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca), la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (Capip) y el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA) indicaron que “se propone un incremento que va del 5% al 10% con relación al salario cobrado en 2019, y que la propuesta garantiza que el ingreso variable del trabajador pesquero siga atado al dólar”. Según los empresarios, lo que se pretende discutir es “un valor del langostino más en sintonía a los precios del mercado internacional, y no a valores de hace 14 años”.

A fines de mayo las cámaras elevaron un pedido a los ministros de Producción, Matías Kulfas; de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra; y de Trabajo, Claudio Moroni; a los gobernadores de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y de Chubut, Mariano Arcioni; y a los gremios pesqueros, planteando un escenario complejo y solicitando medidas como eliminación de retenciones, suspensión de Anticipo de Ganancias y reducción de costos portuarios, de gasoil y salariales, entre otras, para salir a pescar.

Allí ya se denunciaba que “más del 85% de la facturación de una marea se destina y se paga antes de exportar”. Según Eduardo Boiero, de Capeca, un buque congelador pierde hoy US$100.000 por marea y más de US$1.200 por tonelada pescada, lo que obliga a dejar al 99% de la flota en puerto.