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in duda, viajar a Italia es un romántico sueño que todos queremos cumplir alguna vez en la vida, pero decidir qué parte visitar y cuándo viajar va en gustos. ¿Playas o viñedos? ¿Ciudades bulliciosas o destinos rurales tranquilos y apartados? El clima puede afectar su toma de decisiones, al igual que sus presupuestos de viaje, así como hay otros factores que pueden influir en las multitudes y los precios. Aquí, desglosamos los mejores y peores momentos para visitar Italia para cada tipo de vacaciones.
La primavera, el verano y el otoño se anuncian como los mejores momentos para visitar Italia. Sin embargo, el problema con el final de la primavera y el verano es que todos tienen la misma idea: incluir a los italianos con segundas residencias junto al mar. A causa de esto, los precios de alquiler de sombrillas y sillas de playa son exorbitantes, y las playas están llenas y ruidosas. Mire pueblos más pequeños cerca del mar, como Terlizzi en Puglia, donde el mar permanece cálido hasta finales de octubre y las playas cercanas son tranquilas.
En Terlizzi, por ejemplo, los expatriados estadounidenses Paul Cappelli y Steven Crutchfield, poseen Villa Cappelli en Terlizzi. Durante la temporada tardía y fuera de temporada, las tarifas se reducen a alrededor de cien euros por noche, y los huéspedes pueden disfrutar de algunas de las mejores ofertas de Italia. En Villa Cappelli, los huéspedes experimentan degustaciones de vinos con sommeliers regionales, clases de cocina y visitas culturales a Puglia. Sus experiencias de cosecha de aceitunas son fenomenales y brindan a los huéspedes la oportunidad de probar algunos de los mejores aceites de oliva del mundo.
Y en noviembre, el recientemente remodelado Venissa, un pequeño resort boutique en las islas de Mazzorbo y Burano, celebra la cosecha de su viñedo Dorona. Es uno de los viñedos más exclusivos y preciados de Italia. El propietario, Matteo Bisol, organiza cenas de vino y visitas a la Catedral de Santa Maria Assunta de la isla Torcello, la iglesia más antigua de Venecia llena de espectaculares mosaicos bizantinos.
Mazzorbo y Burano, ambos a un corto viaje en bote de 30 minutos desde la ciudad principal de Venecia, también albergan destacados fabricantes de encajes, y un hermoso mercado de pescado donde los pescadores locales pescan, se arremangan y fríen mariscos para los huéspedes en el Mancha.
Roma y Venecia son dos de las ciudades de la lista de deseos, y los visitantes a Italia generalmente comienzan su viaje en Roma, ya sea volando o conectando a través del aeropuerto de Fiumicino.
Meridiana Airlines ofrece ofertas de vuelos de ida y vuelta sin precedentes entre mayo y octubre, cuando vuelan la ciudad de Nueva York a Roma (o Nápoles o Milán) por menos de US$500.
Roma, como Florencia, está inundada de turistas casi en cualquier época del año, excepto en invierno. Este es un momento encantador para visitar, a pesar de la tormenta de lluvia ocasional, ya que las atracciones de la ciudad no están ocupadas. Los hoteles, como el nuevo Le Méridien Visconti, ubicado más cerca del Vaticano, son particularmente asequibles en esta época del año.
Una hora al sur de Roma en tren se encuentra Nápoles, y los trenes locales de Tren Italia e Ítalo suelen ofrecer boletos más baratos cuando se reservan online con anticipación. Nápoles en temporada baja es mágico, y es un destino popular para los italianos que viajan para recorrer los mercados navideños de la ciudad, que son algunos de los más grandes de Europa.
Evita a toda costa Venecia durante el Carnaval si aborreces las multitudes. Los hoteles son de primera calidad, y los puentes, barcos y atracciones de la ciudad pierden su encanto, ya que están bloqueados por atesorados de juerguistas con máscaras. Para un verdadero disrute de Venecia, la laguna norteña en marzo o noviembre es sublime.
La Toscana también está en el radar de la mayoría de las personas, especialmente en verano y otoño. Esta es una mala noticia para los viajeros que desean ver Florencia, Siena o ciudades medievales en la cima de la colina como San Gemigano, que se obstruyen todo el día con los viajeros.
Los autobuses turísticos recorren las carreteras de Logjam, las líneas de los museos son aterradoras y hace calor como un crisol. Considere ver estos lugares durante la temporada baja y desde lejos, alquilando una habitación en Monteverdi, en la región de Val DOrcia de la Toscana.
De noviembre a abril, las tarifas se reducen, y el complejo es un viaje de un día desde destinos como Pienza y Florencia. El spa y restaurante de Monteverdi están abiertos todo el año, y los huéspedes pueden experimentar la caza de trufas de la Toscana, degustación de vinos o clases de cocina en el pueblo de Castiglioncello del Trinoro sin tener que viajar lejos, ahorrando así en gastos de viaje.
