través de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) filial Coronel Bogado y la municipalidad de esta ciudad llegue al INBIO. Estoy como presidente de la asociación de Agricultores Bogarences Unidos, y realmente nos hacía falta esta asistencia porque nuestro suelo es muy pobre, ya no podemos producir, lo que cosechamos es muy ínfimo, pero ahora estoy seguro que vamos a recuperar el rendimiento de nuestro cultivo, relata Francisco Silva.
Las últimas cosechas de maíz no fueron suficientes para alimentar a su ganado y suplían con mandioca la alimentación, lo que da en consecuencia mucha carga de almidón a la leche y por lo que en más de una ocasión se frustró su venta. “Cuando la leche tenía alto contenido de almidón directamente nos rechazaban en la cooperativa, no podíamos vender, generando pérdida para nosotros”, dijo.
Para el Ing. Agrop. Claudio Fleitas, coordinador de este programa que lleva adelante el INBIO, es muy claro el objetivo y los trabajos que deben realizarse en la finca de Francisco Silva. “En la zona hay varios productores lecheros que tienen la necesidad de contar con alimentos, nutrientes para su ganado durante todo el año. Ellos están organizados en una comisión para vender la leche a la Cooperativa Colonias Unidas”, comenta el técnico.
“Lo primero que hicimos fue extraer la muestra del suelo de su parcela, mandé al laboratorio para analizar, ahora tengo esos resultados y puedo decir que el estado del suelo es bastante crítico, está muy compactado y es muy arenoso. En breve nos reuniremos con el cooperador para conversar sobre lo que hay que hacer y tomar decisiones de hacer encalado primeramente. Por otro lado ya está sembrado abono verde de invierno, nabo + avena + lupino en mezcla como antecesor del maíz y parcelas de recuperación. Como abonos verdes antecesor de la soja fue sembrado avena + nabo. Próximamente se realizará la aplicación de cal agrícola para corregir la acidez de suelo”, explicó.
“La intención de ellos es producir forraje, pero en las condiciones en que se encuentra su suelo es un poco complicado hacer ensilaje. Mi idea es dividir esa parcela de 2 hectáreas en 3 partes y hacer en un tercio la recuperación de suelo con abonos verdes de invierno y de verano también. Después, en enero sembrar el maíz y allí el suelo va estar con más cobertura, con más rastrojo, con más raíz. Eso va permitir que el maíz se desarrolle mejor, va producir más cantidad de mazorca, y encima de eso vamos a asociar con algunos abonos verdes de otoño con el maíz, por ejemplo con pasto, entonces si quitamos el maíz el suelo va tener cobertura. Pensamos en esa estrategia para que él pueda producir también algo de forraje para periodos críticos y que produzca ensilaje de buena calidad, sin comprometer tanto la fertilidad de su suelo”, remarcó el Ing. Fleitas.
“Yo me siento satisfecho con lo que hacemos, cada paso lo estoy llevando de una manera diferente de lo que estábamos acostumbrado a hacer. Por ejemplo la recuperación del suelo es algo nuevo para mí, también el rolado, antes nosotros no hacíamos y ahora conseguí un rolo cuchillo y estamos usando ese con 4 productores más. Esta experiencia para nosotros es una oportunidad, nuestro anhelo era eso”, enfatizó Francisco Silva.
“Lo más destacable de este cooperador es que es un productor líder, tiene mucho entusiasmo y seguidores, tiene mucha voluntad para trabajar, tiene a su familia que le apoya, sus hijos se involucran en el trabajo y eso garantiza que su siguiente generación pueda continuar con esto que ahora empezamos. Ahora mismo hay un vecino que está copiando las prácticas de Silva, y hay varios productores de la zona interesados que están con ganas de aprender” concluyó el técnico de INBIO.
Poder Agropecuario