Una de las maneras de obtener mejores precios en las ventas de agroalimentos es contando con una producción diferenciada. Ejemplo de ello es el trabajo llevado a cabo por un grupo de apicultores de las islas ubicadas en el río Paraná, a pocos kilómetros de Rosario, en la provincia de Santa Fe.
Leonardo Gorreta se dedica a la apicultura desde 1996. “Tenemos producción en las islas y praderas (tierra firme), y últimamente empezamos a canalizar la producción en las islas por el avance de la agricultura”, explicó.
Gorreta, quien cuenta con 1.200 colmenas en producción, aseguró que la clave para tener éxito en las islas es adaptarse a ellas y no al revés. “Muchos productores que vienen a las islas no logran adaptarse y se pierden muchas colmenas cuando viene la inundación, que es nuestro gran problema. La producción implica mucho esfuerzo y el gasto es de entre un 30% y un 40% más alto; producir en islas es caro, pero tenés más rendimiento, algo que en pradera no se ve”. El rendimiento promedio en las islas es de 40 a 50 kilos por colmena, pudiendo llegar –según la zona y la estación del año– hasta los 80 kilos.
Desde hace un tiempo, las mieles de las islas comenzaron a ser las estrellas en los mercados europeos por su color y sabor. “El color ya no importa tanto. Empezamos a diferenciarnos dándole certificación orgánica, que en su momento nació como diferencial para compensar el menor precio con respecto a las mieles claras de la pradera. Tenemos certificación orgánica en las islas frente a San Lorenzo y con Food Safety”, detalló.
Por su parte, Alberto Gros, quien es apicultor desde los 14 años y posee 800 colmenas repartidas en un radio de cien kilómetros en Santa Fe, resaltó: “Por los factores climáticos y los bajos precios decidimos volcarnos a la isla. Es un trabajo totalmente distinto, es mucho más duro y con mayores costos, pero es aportar a una cosa nueva y darle valor agregado como orgánico”.
Gros empezó con 100 colmenas y está armando otras 400 más con resultados bastantes favorables. “Veo que no es fácil. Así como se pierden las colmenas en las praderas, también se pueden perder en las islas, porque acá hay un problema cuando crece el río. Hay que conocer muy bien las islas; de lo contrario, se corren muchos riesgos”, agregó.
Por último, Gros manifestó que se está trabajando mucho con la Agencia Santafesina Seguridad Alimentaria (ASSAL), que se encarga del control de alimentos en la provincia, la cual da a conocer las bondades de la miel a la población. La agencia ha firmado convenios con distintas comunas y municipios para que, bajo determinadas normas de higiene, se puedan fraccionar y comercializarlas.