on epicentro productivo en el centro-oeste y sur de la provincia de Córdoba, pero también en el centro-este de San Luis, norte de La Pampa y noroeste de Buenos Aires, el cultivo de maní campaña 2020-21, en general avanza satisfactoriamente.
La Cámara Argentina del Maní estima una superficie sembrada del cultivo de 385.592 hectáreas, con un incremento de casi 10 % (9,63%) respecto de la última campaña, que presentó una disminución significativa respecto de las hectáreas producidas en los ciclos previos.
Según un relevamiento realizado por El ABC Rural, quien consultó a referentes de empresas productoras de maní, la campaña 2020-21 comenzó más tarde por la falta de humedad, pero el cultivo se estableció bien, y las lluvias de enero acompañaron su buen desarrollo.
De todas maneras, a la hora de una estimación de rendimiento los productores son cautelosos y prefieren no arriesgar un posible resultado, a la espera de lo que puede suceder con las precipitaciones a partir de febrero.
“El cultivo viene evolucionando bien y sin mayores problemas”, informó Eduardo Nervi, presidente de la Cámara Argentina del Maní, y de la firma Lorenzati, Ruetsch y Cía SA, de la localidad de Ticino, Córdoba. “La siembra culminó en noviembre con buenas condiciones, y sin mayores pérdidas, ya que, si bien existía el temor por la seca, se pudo culminar correctamente”, apuntó.
Por su parte, Elvio Cerutti, responsable del departamento maní de la cooperativa Cotagro, señaló que “si bien se pronosticaba un año seco, hasta el momento venimos recibiendo algunas lluvias que permiten una buena evolución del cultivo”.
Con casa central en la localidad de General Cabrera, Córdoba, todos los años Cotagro siembra entre 18.000 y 22.000 hectáreas de maní, logrando una producción de unas 40.000 toneladas.
En tanto, un productor que prefirió no dar su nombre y que en total sembró unas 700 hectáreas bien distribuidas, en la zona de Jovita y Mattaldi, en el sur de Córdoba; Santa Eufemia, en el centro cordobés; y General Villegas, en el noroeste bonaerense, coincidió en la buena evolución del cultivo de maní 2020-21.
“Si bien la campaña comenzó con seca y muchos lotes se sembraron tarde, estamos teniendo un buen desarrollo del cultivo en el 90% de la superficie, luego de las muy buenas lluvias que se presentaron en lo que va de enero”, afirmó.
Por eso, el productor, consideró que “si llueve en lo que resta del mes, y en febrero recibimos unos 80 milímetros más, tendremos una muy buena campaña a nivel productivo”.
En cuanto a labores culturales, indicó que “hoy (20 de enero) se están aplicando las primeras rondas de fungicidas en el maní que se sembró primero, teniéndose que realizar generalmente tres”.
Sobre las proyecciones de rendimientos, si bien se pronostican precipitaciones para los últimos días de enero, el presidente de la Cámara Argentina del Maní dijo que hay que ser “cautelosos”.
“Ahora (20 de enero) en muchas zonas se está comenzando a sentir nuevamente el faltante de agua”, lamentó. “Si no hay agua en febrero y con una cosecha tardía en mayo, se podría afectar gravemente el cultivo por estrés hídrico y heladas, y por lógica la cosecha 2021”, alertó Nervi.
Por último, Diego Bracco, responsable de maní de la firma Maniagro, con planta industrial en la localidad de Carnerillo, Córdoba, coincidió en que “el clima de ahora en más dirá cuál es el rinde final y el volumen total de producción”.
Pero estimado un rinde promedio, consideró que “posiblemente la Argentina podría exportar en 2021 el mismo volumen de maní que en 2020, o un poco menos”.
El ABC Rural