n los frutales como el durazno, el damasco y hasta las vides, el reposo invernal forma parte del ciclo anual y es inducido por las bajas temperaturas del otoño, junto al acortamiento del día".
"Algunos frutales durante el invierno no tienen crecimiento, aunque existan condiciones adecuadas", agregando: "Esto es debido a que las plantas acumulan sustancias inhibidoras del crecimiento en los tejidos principalmente en las yemas. Los inhibidores desaparecen lentamente debido al efecto del frío liberando a los tejidos de este estado".
"Los frutales perciben como frío todas las temperaturas entre los 0 y 12 °C, siendo efectivas entre los 3 y 7°C. Si las temperaturas alcanzan valores superiores a 18°C se revierte esa acumulación", indicó.
“Las horas frío -HF- se refiere a la cantidad de horas a que los tejidos vegetales se encuentran expuestas a valores por debajo de los 7°C. Se ha observado que, en promedio, las especies detienen su crecimiento a partir de los 7.2°C, por lo que se ha convenido contar las horas-frío a partir de este valor -si bien con fines prácticos se toma el valor de 7°C", explicó.
"La duración del reposo depende de la especie y la variedad", y agregó: "El recuento de horas de frío debería iniciarse cuando la planta muestre una caída de hojas significativa -sobre el 50%".
"Como este parámetro es difícil de cuantificar, el cómputo se iniciaría después de la primera helada", afirmó agregando, "frutales como el almendro, requieren valores que van según la variedad desde los 100 a las 500 HF. Un membrillo igual. Y en cambio las vides, dependiendo de su variedad, van desde los 100 a los 1.400. Las variedades para la producción de uva de mesa se acercan más a las 200 horas de requerimiento".
Finalmente indicó: "Los síntomas por la falta de acumulación de HF van desde brotación tardía y desuniforme, floración irregular y extendida, escaso follaje y menor rinde".
Diario de Cuyo