Para empezar, hay que especificar que, a pesar de lo dicho arriba, la gomosis no es una enfermedad en sí, sino un síntoma. Consiste en que el árbol produce secreciones gomosas de color ámbar, que puede surgir directamente de la corteza o de algunas heridas en ella. Este material gomoso es blando al principio, pero acaba por secarse y endurecerse con la exposición al viento y el clima. La gomosis impide una circulación adecuada de la savia, y provocará que diferentes partes de la planta empiecen a secarse. Además, los árboles afectados por gomosis producen frutos muy pequeños y sin desarrollar, que acaban por caer prematuramente.
Los cúmulos de goma no son siempre visibles y puede darse el caso de que un árbol los esté secretando por debajo del nivel del suelo, con lo que en estos casos apreciaríamos solo el resto de síntomas: frutos echados a perder y marchitamiento de algunas partes.
Se trata de una afección especialmente problemática en árboles frutales, que puede causar grandes pérdidas en plantaciones como los cítricos.
Son muchas la causas que pueden producir gomosis en un árbol, ya que esta es, al fin y al cabo, una medida de emergencia que el árbol toma para protegerse, sacrificando algunas de sus partes y nutrientes. Por poner un ejemplo fácil de entender, la gomosis es para los árboles como la fiebre para nosotros: no una enfermedad sino un síntoma de lucha contra una afección o enfermedad. Entre las principales causas destacan:
Una de las más comunes es la asfixia radicular por exceso de riego. Cuando se riega una planta demasiado abundantemente, o cuando el suelo no cuenta con un buen drenaje, el agua se amontona e impide a las raíces absorber el oxígeno que la planta necesita. Esto es particularmente peligroso en verano, que es cuando las plantas están más estresadas y necesitan mayor cantidad de oxígeno.
También puede deberse a una infección por hongos, ya sea por haber demasiada humedad o a causa de haber realizado una poda con herramientas sin desinfectar. Por este tipo de cosas es vital desinfectar siempre nuestras herramientas de jardinería antes y después de su uso.
Por último, algunos insectos barrenadores pueden ser también la causa de la gomosis, ya que hacen heridas al árbol al enterrarse bajo su corteza.
Si el árbol ya muestra síntomas de gomosis, hay algunas medidas que puedes poner en marcha para intentar curarlo. Sigue estos consejos de tratamiento de la gomisis en árboles, según el origen del problema:
Coge un cuchillo o herramienta similar, desinféctalo y retira con cuidado la zona de savia oscura convertida en goma o endurecida. Después, aplica pasta cicatrizante en la zona afectada, y repite este mismo proceso cada dos semanas, hasta que el árbol deje de producir las secreciones gomosas y los síntomas se detengan.
Si el problema es un ataque de hongos, será necesario aplicar fungicida, de la misma forma que insecticida o plaguicida si el ataque es de insectos barrenadores. En este último caso, deberías poder ver los pequeños agujeros una vez retires la sustancia gomosa.
Lo mejor, sin duda, es prevenir antes que curar. Tomar las medidas adecuadas nos ahorrará sustos con nuestras plantas, y la posible pérdida de algunas de ellas. Ten en cuenta, además, que la gomosis puede afectar también a arbustos leñosos, no solo a árboles. En cualquier caso, estas son las medidas a tener en cuenta para prevenir la gomosis:
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