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En la actualidad, y cada vez con mayor frecuencia e intensidad, los profesionales de las áreas forestal, ganadera y agrícola utilizan aplicaciones en los celulares o alguna otra herramienta informática con la idea de tener mayor precisión al momento de llevar adelante la ejecución de sus programas productivos o realizar análisis de sus datos. En este sentido, el Sistema de Información Geográfica (SIG) permite incrementar la eficiencia y aprovechar los recursos disponibles en el campo, a la vez que produce un menor impacto ambiental.

Julián Muguerza, ingeniero agrónomo que se dedica al cultivo extensivo en Buenos Aires, señaló que “en todo lo que es la producción extensiva, como la soja, el maíz y el girasol, se usan los SIG para los procesos, la ejecución y los análisis de datos. Las maquinarias agrícolas tienen la capacidad de tener SIG en la cabina y controlar los equipamientos y las decisiones que se definieron con un mapa”.

Por su parte, Gustavo Cetrangolo es un ingeniero agrónomo especializado en el área forestal. “La tendencia en el mundo es que los árboles tienen más usos específicos a través de lo que es la nueva rama de la bioeconomía, la cual busca la sustitución de productos fósiles por los renovables. Los cambios se producen porque se busca que los productos sean más sustentables para el medioambiente”. Debido a esto, en el área habría necesidad de mayor información: a través de distintos sistemas disponibles se busca identificar las condiciones de terreno, la localización de los árboles, los volúmenes o las copas, entre otros. Cómo último punto al respecto de la digitalización, para Cetrangolo ésta permitiría “la comunicación entre las distintas operaciones que se hacen en la actividad forestal”.

Finalmente, Laura Giuliani, también ingeniera agrónoma, trabaja en el sector ganadero y se especializa en forrajes. Acerca del SIG, afirmó que es utilizado en la rama de la ganadería para saber qué está pasando en los campos. “La app es gratuita y colaborativa, es decir que todos los usuarios cargan datos de las zonas en las que residen. Se pueden hacer evaluaciones del campo; por ejemplo, ver el forraje disponible para que se alimenten los animales, para así saber dónde posicionar al ganado”, afirmó.