l Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) difundió algunas consideraciones relacionadas con el caracol gigante africano (Lissachatina fulica), cuya presencia se detectó en territorio argentino. Esta plaga es causante de pérdidas en los cultivos y puede transmitir enfermedades parasitarias a los seres humanos.
Además de las detecciones confirmadas hace 10 años en Puerto Iguazú, provincia de Misiones, en 2021 el Senasa confirmó la presencia de esta plaga en la localidad de Eldorado y lleva a cabo acciones ante denuncias recibidas
“Ante la presencia de esta plaga, nos comunicamos con los denunciantes y tomamos las medidas correspondientes, junto a los organismos provinciales o locales en donde se dé la posible detección”, sostuvo Yanina Outi, coordinadora de la Dirección de Información Estratégica Fitosanitaria. Cómo reconocerlo Es un caracol con un caparazón o conchilla grande, de hasta 20 cm de largo y 10 cm de ancho. Color: castaño o marrón en general y bandas longitudinales “a lo largo del caparazón” castaños claras y oscuras irregulares. Forma: Cónica, con un truncamiento o corte en la base de la columna. El borde de la apertura del caparazón es “filoso”, es decir que si lo sentimos con los dedos es factible poder diferenciar este borde cortante.
El caracol gigante africano es de hábitos nocturnos, sobrevive bajo tierra y se refugia en restos de maderas, materiales de construcción, caparazones vacíos y plantas, por lo que también recomendamos eliminar esos posibles refugios como medida de prevención, agregó Yanina.
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