La tecnología diseñada y adaptada para el cultivo de trucha arcoíris está plenamente dominada en todas sus fases, lo que asegura el éxito de las operaciones y una alta rentabilidad de las inversiones.
El cultivo de la trucha no demanda necesariamente la construcción de estanquería o instalaciones costosas, se pueden emplear estanques rústicos que producen altos rendimientos y una elevada rentabilidad de las inversiones.
La uniformidad en tallas y alta calidad de su carne hace de la trucha un producto muy atractivo para los mercados nacionales e internacionales.
La producción de trucha arcoíris ha crecido de forma exponencial desde principios de los años 50, especialmente en Europa, debido principalmente al aumento de producción continental en países como Francia, Italia, Dinamarca, Alemania y España.
La producción acuícola mundial de trucha arcoíris en 2017 fue de 811.590 toneladas, lo que supone una disminución del 0,6 % con respecto al año anterior. Los principales países cultivadores de trucha arco iris son Irán con 167.830 toneladas (el 20,7 % del total mundial), Turquía con 106.733 toneladas (13,2 %), Chile con 76.971 toneladas (9,5 %), Noruega con 66.902 toneladas (8,2 %) y Perú con 54.878 toneladas (6,8 %)
Para el desarrollo de un cultivo de truchas, es necesario tener en cuenta el volumen de agua requerido a ser utilizado en la infraestructura inicial y proyectarse a futuros planes de expansión.
Se debe asegurar el máximo caudal de agua en época de sequía, y un flujo de agua constante para mantener llenos los estanques de la unidad productiva, permitiendo renovaciones diarias necesarias o programadas, para lograr una producción sostenible durante todo el año.
Es importante el cálculo de las renovaciones de agua por hora, la cual tendrá una equivalencia en biomasa producida, a mayor cantidad de agua por el canal principal, mayor será la producción que se obtenga.
Para obtener una buena producción acuícola es fundamental una buena calidad del agua, la cual se cuantifica a través de parámetros fisicoquímicos, de los cuales detallaremos los más importantes:
El cultivo de la trucha arcoíris es una de las prácticas que demandan mayor cantidad de oxígeno disuelto en el agua.
Los peces en crecimiento deben tener continuamente tasas mínimas de oxígeno de 5 a 5,5 mg/l (miligramos/litro), mientras que los huevos y alevines son más exigentes, demandando de 6 a 7 mg/l.
Uno de los factores que determina la cantidad de oxígeno presente en el agua, es la temperatura, puesto que cuanto más alta sea, menor será la cantidad de oxígeno disuelto en el agua y mayor las exigencias de oxígeno de las truchas.
Para mantener niveles de oxígeno adecuados se debe disminuir la carga de los estanques, recurrir a recambios de agua, usar aireadores, y colocar un techo de malla sombra sobre los estanques para disminuir la incidencia de los rayos solares sobre el agua y evitar que la temperatura aumente.
La temperatura del agua tiene una incidencia directa sobre los aspectos reproductivos de las truchas, el ritmo de crecimiento de los alevines y adultos, y especialmente sobre el grado de actividad metabólica.
La trucha en condiciones naturales puede vivir en aguas con temperaturas entre 0º y 25º C; sin embargo, los límites de la temperatura para un crecimiento y desarrollo adecuado es entre los 9º y 17ºC, siendo en la etapa de alevín entre 10º-12ºC la temperatura adecuada y 16ºC para los juveniles en pleno crecimiento.
El valor del pH viene determinado por la presencia de hidrógeno en el agua y se expresa en una escala que va de 0 a 14, dentro de esta escala, un valor de 7 indica que el agua es neutra, un valor inferior a 7 indica que el agua es ácida y si es superior a 7 el agua se considera alcalina.
Para la cría de la trucha arcoíris los valores deseables del pH deben estar en un rango de 6,5 a 9, estos son los más apropiados para la producción.
Como ya se ha mencionado, la trucha gusta de aguas cristalinas y puras, siendo la turbidez del agua un factor negativo en la cría de estos peces, causando una reducción en la tasa de crecimiento.
Este es un factor sobre el cual se debe poner especial atención en la época de lluvias, pues es cuando más partículas son arrastradas del suelo y de la vegetación a causa de las fuertes lluvias que caen en esa temporada.
Las sustancias amoniacales son producto de la excreción de los peces, de manera que una alta concentración de truchas puede traer consecuencias negativas en los niveles de amonio presentes en el agua, así como en los peces, pues ocasionará daños en las branquias y retardo en su crecimiento.
Los efectos tóxicos son debido esencialmente a la forma no ionizada del amoniaco, que es perjudicial para los peces.
El pH, la temperatura y la salinidad del agua determinan la toxicidad del amoniaco no ionizado, el pH es el más importante, cuando el pH aumenta una unidad, causa que se incremente 10 veces la producción de amonio tóxico.
Para que un cultivo de peces resulte seguro y rentable económicamente, además de las condiciones de agua y suelo, debe considerarse los siguientes factores complementarios como son:
El cuerpo de agua seleccionado para el desarrollo de la actividad truchícola debe tener vías de acceso vehicular, que permita la fluidez de la llegada de los insumos de producción y la salida del producto a los mercados.
Se considera la cercanía a una estación pesquera y/o centro de acuicultura, con la finalidad de asegurar un alto porcentaje de supervivencia de los alevinos durante el transporte. Para el caso del alimento extruido, cercanía a un centro de abastos, con el fin de minimizar los costos de transporte.
Esto con la finalidad de poder tomar la mano de obra calificada y no calificada, de esos lugares, y no verse en la necesidad de traerlos o buscarlos de otros lugares.
Para poder adquirir algunos materiales y/o insumos que se requieran en el cultivo y para consumo humano, y obtenerlos con facilidad, sin la necesidad de trasladarse a las capitales de provincia o distritos más lejanos. Así mismo nos permitirá ofertar una parte de la producción al mercado local con mayor facilidad.
Tales como requerimiento de agua y energía eléctrica, telefonía y otros medios de comunicación que son importantes para facilitar la actividad.
Agrotendencia