Para masticar en verano

na opción es disponer unas hectáreas de sorgo como verdeo. Las alternativas son Sudangrass, sorgos azucarados y sorgos de nervadura marrón (BMR).

Una vez que sepamos los animales que tendremos en esa época del año en el campo, la opción más barata es el pasto. Según la experiencia deberíamos calcular unas 20 a 25 hectáreas de sorgo por cada 100 vacas preñadas con cría al pie o novillos en terminación. Si el lote es de buena aptitud alcanzarían con 20 hectáreas y observar que esa superficie tenga acceso a una buena aguada; calidad y cantidad de agua suficiente para ese rodeo.

El manejo es fundamental para aprovechar eficientemente el verdeo: lote dividido en parcelas para su mejor aprovechamiento y no comer muy abajo para no afectar la tasa de crecimiento (lo ideal es retirar la hacienda para no pastorear por debajo del medio metro). Con estos cálculos deberíamos tener unos 100 días de excelente pastoreo.

Los azucarados y los BMR tienen mayor digestibilidad, pero en todos los casos hay que prestar atención al riesgo de toxicidad, sobre todo en plantas jóvenes y en stress, como sequía, helada tardía o granizo.

También pueden utilizarse sorgos graníferos de ciclo largo, con una triple intención: que puedan cosecharse el cereal en caso de “sobrarnos pasto”, comerlos en planta o dejarlos como diferido.

Una experiencia interesante difundida por el Dr. Leandro Abdelhadi, en caso de implantar nuestro forrajero en lotes que no tengan problemas de gramíneas de verano, es sembrarlos con ray grass en el último pastoreo (normalmente segunda quincena de abril) para adelantar un verdeo de invierno.

En todos los casos el sorgo muestra ser un cultivo muy adaptable a todas las condiciones climáticas, y sus límites son las estrategias de manejo que podamos imaginar.

El Agrario