Tinte político manchó de incertidumbre el mercado de tierras agrícolas

Según lo que reflejan las encuestas en la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), el factor político ha marcado, por el momento, el mercado de compra-venta de los campos.

Los resultados corresponden a septiembre pasado y reflejan que el 62% de los consultados indicaron que hay operaciones comerciales “en estado avanzado que dependen del futuro político-económico del país”.

Ante esto, Gerardo Kahn, vicepresidente de la entidad, quien envió la encuesta a más de 180 socios con la intención de conocer movimientos, consultas y actividad en el mercado de las tierras, aseguró que hay “una gran incertidumbre”.

“El mercado está muy paralizado, muy a la expectativa por el contexto político, económico e impositivo que va a regir para la actividad agropecuaria”, resaltó el dirigente.

En la misma línea, comentó que en el interior hay algunas operaciones chicas por campos pequeños de 20-30 hectáreas por debajo de un millón de dólares que, por lo general, son tierras que un vecino quiere comprarle a otro porque tienen pegados los campos.

“Las operaciones medianas (de US$2 a US$5 millones) son muy pocas y a las grandes (más de US$20 millones) las contás con los dedos de una mano”, subrayó Kahn.

Con esta realidad, en la mencionada encuesta, el 48% de los consultados reflejaron que “esperan que en el año 2020 la actividad inmobiliaria rural esté igual a 2019”, mientras que un 29% señaló que “será peor”, y el 23% restante espera “mejoras”.

En tanto, la base de la CAIR, que no mide precios sino actividad, es de 97,5 puntos, que corresponden a su pico máximo registrado en septiembre de 2011. El índice dio 28,69 puntos en septiembre, 0.07 puntos debajo de agosto pasado, lo que significó un 9,78% de caída en relación al mismo mes del año anterior.

“La altísima incertidumbre sobre las medidas económicas futuras, sumado a meses de recesión y altas tasas financieras, continuaron afectando seriamente la actividad”, precisaron desde CAIR.

No obstante, la actividad viene resentida desde que el gobierno anterior limitó a partir de 2011, mediante una ley, la venta de tierras a extranjeros, pese a que luego se verificó que éstos solo tienen menos del 6% del total de los campos: exactamente, solo un 5,93% sobre un total de 267,6 millones de hectáreas, incluyendo explotaciones rurales, minerías y otras actividades.

Finalmente, expertos en el tema no descartaron una baja en los precios de los campos de hasta el 20%. Hoy, en la zona agrícola, el precio de la hectárea ronda los US$15.000.