Una medida tomada recientemente por el Gobierno de Mendoza dejó boquiabiertos a los ambientalistas y defensores de los animales: la autorización para la caza de especies exóticas.
La resolución Nº 1.307, publicada en el Boletín Oficial, establece que es “una actividad permitida, siempre que sea realizada de manera sustentable, respetando especies, cupos y temporadas, con el correspondiente permiso de caza, con permiso del dueño del campo y en los sitios permitidos”. La caza se habilitó con el objetivo de controlar la población del ciervo colorado, la liebre de Castilla, el conejo silvestre y el chancho jabalí, consideradas invasoras y riesgosas para la fauna local.
Sebastián Melchor, director de Recursos Renovables de Mendoza, explicó que la resolución se publica todos los años, con la salvedad de que ahora se incorporó al ciervo, lo que avivó más la polémica.
“Hemos tenido muchas denuncias de avistaje de ciervos colorados en el sudeste provincial y teníamos que tomar una medida de protección de la fauna local, sobre la base de tratados que nos avalan. Entendemos que tras los incendios en La Pampa y San Luis ingresaron en la provincia en busca de alimento; el problema es que la primera competencia que tienen son nuestros guanacos de monte, que empiezan a ser desplazados y se quedan sin su comida”, indicó.
Según la disposición, es una decisión que se toma habitualmente en diversas partes del mundo para frenar el ingreso de especies que amenazan el hábitat local. Además, tal como lo aclaró el funcionario, la actividad para acabar con los ejemplares solo puede efectuarse en sitios privados, con armas de fuego o arco.
Además, queda prohibido el uso de perros, comercializar los restos de las especies o tocar la fauna provincial. Desde Gobierno Provincial dejan en claro que no es una medida para el turismo de caza deportiva, como ocurre en otras regiones del país. “No estamos habilitando cotos, ni el comercio ni la importación; estamos protegiendo la biodiversidad de Mendoza”, recalcó Melchor.
Sin embargo, Oscar Mellado, especialista en protección legal de la fauna y la biodiversidad, argumentó: “Estamos en contra de lo que se ha decidido. Se debió buscar otra alternativa. No nos resignamos a que la única salida sea la muerte de seres inocentes. Entendemos el problema ambiental, pero la cacería no es la solución”.
Ante esto, Melchor respondió: “Estamos abiertos a la discusión. Nos seguiremos reuniendo con todos los sectores. Lo importante es poner sobre la mesa un problema importante y ver cómo lo enfrentamos”.