El presidente electo, Alberto Fernández, analiza la posibilidad de aplicar nuevas retenciones a la carne vacuna. Las futuras autoridades económicas pretenden reforzar la caja fiscal durante el primer período de gobierno y también estudian una suba de la alícuota en la soja, el maíz y el trigo.
Durante los últimos años, la industria cárnica se concentró en los negocios de exportación. La Argentina se convirtió en el principal proveedor de cortes vacunos a China; tal es así que el sector apunta a finalizar el año con exportaciones por más de 800.000 toneladas, una cifra nunca antes alcanzada.
En este marco, los equipos técnicos tienen en la mira al sector cárnico que, desde septiembre de 2018, tributa derechos de exportación de tres pesos por dólar embarcado. Los fundamentos para esta nueva decisión radican en la licuación de esta alícuota (representa un 5%) debido a la fuerte devaluación del peso en agosto de este año.
Las nuevas medidas implicarían un incremento de los derechos de exportación hasta un 10% o 15%, para garantizar que el boom exportador engrose los ingresos públicos. “La decisión está siendo estudiada en momentos en los que varios actores de la cadena visualizan una inminente suba de precios del ganado en pie, por la demanda exportadora y que puede decantar en los mostradores antes de fin de año”, aseguraron fuentes cercanas al equipo económico anunciado por Fernández.
Del lado de la industria, Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra), descree que puedan darse incrementos de esa magnitud, al menos, hasta marzo. “En este contexto, un incremento de los precios de ganado solo se daría si la demanda local se reactiva de la mano de un aumento generalizado de los salarios, como piensa aplicar Alberto Fernández para comenzar a revertir la caída del consumo”, aseguró Schiariti.