Mientras se vive un boom global del turismo 4.0, Buenos Aires se prepara para recibir viajeros exigentes que priorizan la conectividad, no solo tecnológica, sino también humana; los espacios de coworking; y la cultura de los lugares que visitan para potenciar sus experiencias.
Siguiendo esta línea, recientemente se inauguró en Monserrat (Capital), dentro del emblemático edificio de La Inmobiliaria, en el eje de la Av. De Mayo, Franca City Hostel, un lugar que ofrece camas cápsulas de gran tamaño y comodidad para sus huéspedes.
Al hostel se accede por una imponente escalera de mármol con barandas de hierro, o por un antiguo ascensor. Después de atravesar una puerta de época, se llega a un amplio living y una recepción donde un mural da la bienvenida a los viajeros.
La cocina compartida tiene un diseño moderno y minimalista, lo mismo que el espacio de coworking que se encuentra en el entrepiso. Es ideal para los viajeros que buscan un lugar cómodo y con excelente WiFi para poder trabajar de manera remota. El espacio también está abierto para realizar actividades como catas de vinos o desayunos de negocios, lo que permite ampliar la propuesta.
Franca City Hostel posee cuatro habitaciones comunitarias mixtas con camas cápsulas supersize. Tres de las habitaciones tienen una capacidad para ocho huéspedes y la otra tiene capacidad para nueve personas. Además, cuenta con una habitación privada para tres huéspedes (con la configuración de cama matrimonial más cama individual), con baño en suite; y una habitación semi privada para dos personas (con cama doble o dos individuales), con baño compartido.
Lucas Marcos Olmi, propietario y creador, sostuvo que desde el inicio Franca fue pensado “como un hostel que aplique buenas prácticas ambientales, con equipamiento de bajo consumo eléctrico, donde se reutilizaron los pisos de madera originales y se implementa la separación de los residuos y la reducción en el consumo de agua en baños y cocina”.
Cada cápsula cuenta con espacios generosos y seguros para que el visitante tenga a su alcance todo lo que necesita para una estadía agradable. Hay roperos con amplios espacios de guardado y percheros, eslingas para dejar protegida la valija debajo de la cama, luces de lectura, consola, enchufe, puerto USB y cortinas, lo que genera mayor privacidad.
Con una tarifa muy competitiva (desde US$15 la noche), los viajeros acceden a sus camas cápsula, baños compartidos, cocina, espacio de trabajo, living y barra de tragos. También se ofrecen tours y desayuno a una cuadra, en el café Flaneur, con un voucher que se puede usar de 9 a 21 horas.