e prevé que en un par de años las impresiones 3D, que en la actualidad facilitan la vida de muchísimas personas, puedan ser empleadas en la industria de la construcción para ayudar a levantar casas y edificios de manera rápida y sustentable. Adelantándose al inminente escenario, la compañía norteamericana Mighty Buildings produce estructuras aptas para la fabricación de viviendas con una impresora de estas características de seis metros de altura.
Los modelos de la empresa, con sede en Oakland (California), se obtienen en alrededor de 24 horas y salen listos para ser instalados y habitados a un costo 45% menor a las casas que se venden en el estado. Se ofrecen estudios de poco más de treinta metros cuadrados con dormitorio, baño y cocina a un precio de US$110.000, o departamentos de tres habitaciones ultraequipados por US$285.000.
Medios de gran prestigio como Forbes y Bloomberg reconocieron la labor de la startup, al potenciar el desarrollo de un material completamente nuevo que se produce a partir de una mezcla de minerales y polímero plástico. Este compuesto, denominado Light Stone Material (LSM), permite reducir la mano de obra de la industria, ya que el trabajo es mucho más rápido –un 80% de las actividades son automatizadas–. Además, genera diez veces menos residuos y asegura una edificación hermética que garantiza una alta aislación térmica.
Las casas se entregan equipadas con calefacción, aire acondicionado y electrodomésticos de cocina. Si bien todo lo relacionado con la plomería y las conexiones eléctricas no se puede imprimir, es posible instalarlo después en rendijas, canales y aberturas que previamente se incorporan en la estructura durante la impronta.