e éstas se extraen alginatos, una biomolécula de amplio uso en la industria textil, la alimentaria y la farmacéutica a nivel global. Aunque los pescadores cosechan, extraen y venden algas a diario, y dicha práctica representa la pesquería bentónica artesanal de mayor importancia en el norte de Chile, generalmente ellos no saben por qué están allí, cómo crecen, para qué sirven o para dónde van.
Por esta razón y como una manera de aprovechar mejor el valioso recurso, la Universidad Católica del Norte (UCN) Sede Coquimbo, lidera el proyecto “Transferencia de valor agregado a huiros regionales”, que contempla un programa de capacitación para pescadores en temas como la cosecha y trazabilidad del proceso productivo de las algas pardas, que permita obtener materia prima libre de toxinas, -como virus, bacterias o metales pesados-, y extraer alginatos cuyo destino sea la industria biomédica, que los usa para el cultivo e implante de células madre por ejemplo.
Los detalles de la iniciativa, financiada por el Gobierno Regional de Coquimbo a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R)-, fueron presentados en formato virtual por el investigador del Departamento de Biología Marina de la UCN, Dr. Julio Vásquez Castro, ante representantes de la Intendencia, del programa Masmar y de la universidad.
“Nuestro mayor logro tiene que ver con tratar de capacitar a los pescadores artesanales en el buen uso de los huiros y fundamentalmente impactar en su calidad de vida aumentando el valor del recurso”, dijo el académico, al comentar la esencia del proyecto aprobado desde el año 2019, pero que debido al estallido social en el país y posteriormente la pandemia por COVID-19, se está implementando en nuevos formatos y condiciones.
Así surgió “Caletas del Futuro”, una serie de cápsulas de video disponibles en Youtube, que establecen el objetivo y cuerpo del proyecto, y por otro lado capacitan a distancia sobre la cosecha y conceptos básicos para el emprendimiento de la pesquería.
“Queremos mostrarles a los pescadores por qué necesitamos algas que estén limpias y libres de toxinas, ya que es importante saber diferenciar los usos tradicionales, -como base de pinturas o en alimentos-, de un destino más biotecnológico, para poder desarrollar productos de biomedicina”, explicó Vásquez.
En la ejecución de la iniciativa, el académico cuenta con la ayuda de la bióloga marina Leslie Ortiz, y cuatro monitores en caletas que son pescadores artesanales, “porque hemos aprendido que el modelo más exitoso es capacitar a un pescador y él luego es quien transfiere lo aprendido al resto”, comentó.
Además, en el campus de la UCN Coquimbo, se establecerá una central de acopio acondicionada para mantener libre de humedad a las algas pardas.
¿Es posible cosechar algas pardas y conseguir un producto con alto valor agregado?, ese es precisamente uno de los objetivos que persigue el proyecto: trabajar por un recurso de calidad que será recogido por pescadores artesanales y recolectores de orilla, y exportado principalmente a China, Japón y a Estados Unidos.
Mario Suarez Rodríguez, coordinador del área de Fomento e Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional, recalcó que subir el valor de venta de los huiros contribuirá directamente en la economía de las personas que se dedican a esto.
“Estamos satisfechos de desarrollar un trabajo conjunto y provechoso desde hace años con la UCN, para promover la economía sustentable en las localidades participantes”, acotó.
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