Retenciones: los analistas no creen que una suba pueda contener los precios

a posibilidad de subir las retenciones a los productos agropecuarios que deslizó el Gobierno generó el rechazo unánime de las entidades que nuclean a los productores del campo y más de una interpretación entre los analistas, que consideran que el fin va más allá de intensificar el desacople de precios.
Las declaraciones de la vicejefe de Gabinete, Cecilia Todesca, y del presidente, Alberto Fernández, apuntaban a que un eventual incremento de las alícuotas de los derechos de exportación tendría como objetivo reducir la brecha entre el ingreso por la exportación de alimentos, valuados en dólares y con los precios internacionales al alza, y el ingreso por vender al mercado local.
La escalada de los precios de los alimentos en los últimos meses es tal que encabezaron una gran parte de los índices semanales de la consultoras, especialmente las divisiones de carnes, frutas y verduras, de los cuales muchos productos se venden al exterior.

Lo obstante, los analistas matizaron significativamente la posibilidad de que el aumento de las retenciones pueda contener la trepada de los precios, debido a factores locales, si bien es cierto que los commodities acumulan un alza importante en dólares en los últimos meses y el tipo de cambio continúa con una depreciación gradual pero constante.

Es que a medida que se abren más actividades comienza a impactar cada vez más la enorme inyección monetaria de 2020, cuyas consecuencias inflacionarias fueron en parte contenidas por la cerrazón económica que significó la cuarentena de más de 200 días entre marzo y noviembre, de la cual todavía persisten algunas restriccioens.

Martín Vauthier, de la consultora Eco Go, señaló que el efecto de desacople existe, pero remarcó que los disparadores de los precios tienen que ver con factores locales vinculados a la nominalidad y que cualquier intento de frenar la inflación sin atacar estas razones será muy limitado.

"Argentina tiene un gran nivel de nominalidad, de la cual gran parte tiene que ver con factores locales en comparación con otros países de América Latina. El efecto de subir las retenciones va a ser muy limitado si no se atacan las razones que hacen que Argentina tenga esta inflación diferencial respecto a la de otros países de la región", indicó.

Además, sostuvo que el Gobierno no tiene margen para elevar las retenciones todavía más, teniendo en cuenta los desincentivos generados por la brecha cambiaria, los derechos de exportación ya vigentes y la falta de financiamiento, tres factores que dificultan la exportación de productos agropecuarios.

"Con la brecha en estos niveles, el desacople que existe entre el precio pleno que recibiría el productor en un escenario sin cepo ni retenciones y el que recibe efectivamente con cepo y con retenciones hace que se genere un desincentivo a la exportación, así que creo que no hay demasiado margen por ese lado", comentó Vauthier.

Para Matías Rajnerman, de Ecolatina, la suba de retenciones a corto plazo no generará contención alguna sobre los precios, aunque sí considera un efecto más amplio a mediano plazo que puede ayudar a otras medidas antiinflacionarias más fuertes. "Probablemente traiga conflictividad con el campo, más allá de que sea o no una medida racional, seguro va a traer conflictos con las entidades agrarias", dijo.

No obstante, Rajnerman opinó que los rumores que deja correr el Gobierno apuntan más a generar miedo entre los exportadores para que aceleren sus ventas o sus liquidaciones de divisas que incrementen la oferta de dólares en el mercado cambiario.

Matías Carugati, de Seido, coincide en que la eventual suba de retenciones no tiene tanto que ver con la búsqueda de un efecto desacople y consideró que su objetivo es de incrementar la recaudación. "Subir retenciones y recaudar más, aprovechando que el productor ya hundió capital en esta cosecha, es tentador, sobre todo en un año electoral y con las condiciones fiscales de Argentina", comentó.

Además, coincidió con Vauthier en que la suba de las alícuotas tendría un efecto "muy limitado" en materia de contención de los precios de los alimentos.

"Los efectos son limitados. El sector agropecuario ya sabe que la amenaza de suba de retenciones siempre esta vigente. Y los precios no suben únicamente porque los commodities están altos, más allá de la incidencia de precios puntuales sobre toda la cadena de alimentos", señaló Carugati.

En 2020, el Gobierno recaudó $ 387.642 millones en concepto de derechos de exportación, un 2,7% menos que lo que embolsó el año anterior, con lo que se trata de uno de los tributos relevantes que peor performance tuvo.

Por un lado, se debe a que las exportaciones en total cayeron un 15%, aunque las de productos primarios, las que más retenciones pagan, perdieron 7,4%. Pero además muchos exportadores adelantaron sus ventas entre septiembre y comienzos de diciembre de 2019, ante la expectativa de que el gobierno de Fernández eleve las retenciones, tal como ocurrió en caso de la soja y otros productos. Eso dejó un menor volumen exportable para 2020 y una alta base de comparación.

En enero, con una baja base de comparación dada esta dinámica y revertida la baja transitoria de alícuotas dispuesta en septiembre, el Gobierno recaudó $ 79.423 millones por medio de derechos de exportación, más del 10% de los ingresos tributarios totales del mes, por lo que una nueva suba de alícuotas prometería una importante inyección de fondos al Tesoro.

Cronista