egún la FAO, el Día Mundial de las Legumbres es una oportunidad "para la sensibilización acerca de los beneficios que aportan las legumbres y su contribución a los sistemas alimentarios sostenibles y a un mundo sin hambre".
Las legumbres son fundamentales para afrontar los desafíos de la pobreza, la seguridad alimentaria, la salud humana y la nutrición, la salud del suelo y el medio ambiente, contribuyendo así a realizar los objetivos de desarrollo sostenible.
Aprovechando el éxito obtenido con el Año Internacional de las Legumbres que dirigió la FAO en 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 10 de febrero como Día Mundial de las Legumbres, recabando al respecto el apoyo de muchos Estados Miembros.
El Ing. Agr. Gabriel Prieto aprovechó la fecha para destacar las características de un cultivo que tiene todo para crecer, pero que no para de toparse con limitantes de todo tipo.
Según el jefe de la Agencia de Extensión de Arroyo Seco de INTA, la última campaña fue "excesivamente" seca y fría, con heladas que diezmaron la producción de arveja y lenteja. "Los rindes de arveja en Santa Fe promediaron los 500kg/ha, aunque en Buenos Aires alcanzaron hasta 3,500 kg/ha con excelente calidad, pero en general con niveles de producción bajos".
Consultado sobre al área destinada a estos cultivos, explicó que han relevado un área de 40 mil has de lenteja (el 95 % en Santa Fe), que se extiende a Buenos Aires, especialmente en las zonas de Salto, Pergamino, Ramallo, Baradero, San Pedro y Arrecifes.
"Las bajas temperaturas fueron letales para el cultivo de lenteja en Santa Fe. Las lluvias fueron escasas, no superaron los 580 milímetros anuales en muchos lotes, siendo el registro más bajo de toda la historia. Además, veníamos saliendo de una sequía muy fuerte, por lo que las producciones fueron fuertemente resentidas".
Respecto de la cantidad de productores santafesinos que hayan apostado por las legumbres, mencionó que no hay un número oficial, ya que la última información surge de 2019 de la declaración obligatoria del origen de la semilla en AFIP, basada en los reportes de los mismos productores. Sin embargo, de esta fuente se desprende que para la arveja, en 2019 Buenos Aires sembró el 68% del total nacional y Santa Fe el 23 %. De 700 productores a nivel país, Sta Fe declaró 260.
En nuestro país, es muy bajo el consumo interno de arveja (enlatado y grano seco). Sin embargo, de octubre de 2020 en adelante, se incrementó fuertemente por varias razones. Sobre todo, por la caída en el consumo de carne vacuna versus un grano con alto contenido proteico (24 al 26 %). Además, es un grano que no está modificado genéticamente, y es apto para celíacos.
Y si bien Argentina es un jugador ínfimo a nivel mundial (exporta 70 mil toneladas anuales), es un mercado que crece todos los años a un ritmo mucho mayor que lo que exporta nuestro país en un solo año. "Además, acá tenemos la posibilidad de no resignar otro cultivo para hacer arveja (soja o maíz en el mismo período), "una ventaja que muy pocos tienen" reconoce el especialista.
Es más, reconoce que "deberíamos ser uno de los grandes jugadores mundiales". Pero estamos jaqueados por las limitantes de siempre. "Las limitaciones vienen de la falta de buena genética (por la falta de una ley de semillas). De hecho, la variedad más utilizada tiene 25 años, y eso reduce la eficiencia y aumenta los costos productivos.
Sin embargo, no son todas malas. De hecho, la provincia de Santa Fe viene trabajando con la Mesa de Legumbres, dando continuidad a una instancia iniciada con la gestión anterior. "A pesar del cambio de gobierno se está trabajando en un estándar de exportación y uno de mercadería natural de acopio. También en lograr registros de principios activos ante SENASA, con una serie de propuestas para 2021, que incluyen la difusión y capacitación en lo que refiere a las Buenas Prácticas de manejo para lograr un mejor producto exportable".
También van a desarrollar junto con INTA la evaluación de alternativas al desecante paraquat (que ya fue prohibido en Brasil). Entidades como la BCR son parte de la mesa y están trabajando en el desarrollo de un mercado electrónico de legumbres.
Para la próxima campaña, que arranca en junio y julio, Prieto reconoce que hay mucha demanda de información, y aunque falten alternativas de materiales genéticos más modernos, seguramente las legumbres tendrán otra oportunidad.
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