sa concepción es antigüa y acompañó la salud de las más longevas tribus del mundo. Y tenemos una prueba actual de ello... El arrope es un producto donde lo medicinal y lo alimenticio se encuentran fundidos, absolutamente indivisibles. Es una forma natural de preparar dulce y jarabe, todo junto por el mismo precio: podes colocar una cucharada sobre una tostada o bien tomártela directa en la garganta cuando la tenés inflamada.
En Sudamérica es tradicional prepararlo de frutos silvestres, generalmente nativos, que aúnan espectaculares efectos para el sistema respiratorio. ¿Algunas ideas? Algarrobo, mistol, chañar,
higo, tuna. En breve veremos la receta que yo hago, justamente con la tuna, que es el fruto que proviene de un cactus increíblemente fácil de encontrar en toda Lanoamérica. En México se lo consume hasta el hartazgo, ¡es el famoso nopal! En este caso emplearemos sus frutos maduros, cuando están rojos. Hay que ser cuidadoso y manipularlos con ayuda de guantes o una tela, pues están recubiertos de pequeñísimas espinas.
Cada 1kg de tunas, 1 taza de agua.
Para lograr una linda cantidad de arrope utilizar entre 2 y 3 kg de tunas.
¡Atención! Muchas páginas de internet dan la receta del arrope con azúcar. Tanto el arrope de tuna como el de chañar o algarroba, etc. NO LLEVAN AZÚCAR.
Quitar las espinas de las tunas frotando con un trapo o con la parte inversa del filo de un cuchillo la superficie. ¡Cuidado! son muy traicioneras y al leve roce ya se hacen sentir.
Lavarlas bien.
Cortarlas por la mitad sin pelarlas y desmenuzándolas con las manos, póngalas en una olla a fuego muy lento para que suelten el jugo, durante un tiempo de dos a tres horas, revolviendo regularmente.
Otra opción es pelarlas y cortarlas en cubitos pequeños.
Cuando las tunas estén bien desarmadas, pasar todo por un tamiz o lienzo para extraer completamente el jugo. Este mismo líquido se pone a cocinar a fuego suave, espumando las impurezas continuamente, hasta que oscurezca y adquiera consistencia de almíbar o jalea. Se guarda en recipientes de vidrio o en vasijas de barro cocido.
Si se desea hacer arrope con frutos que tienen poco jugo como el caso del mistol o la algarroba, el procedimiento es similar, solo que el fruto se hierve durante 5 o 10 minutos para ablandarlos. Se muele en el mortero y se le agrega agua. Se cuela y el jugo recogido se pone a hervir a fuego lento, el tiempo necesario hasta que queda marrón y espeso.
Buena pregunta. El arrope se consume como si fuera un jarabe: de a cucharadas, en caso de tos, gripe, resfrío, dolor de garganta, bronquitis o neumonía. Puede consumirse tanto 1 cucharada cada 8 horas como 1 cucharada cada 2 horas, dependiendo de la gravedad el caso. Los niños pueden tomar este remedio, que resulta muy beneficioso para acompañarlos en la enfermedad.
Ecoportal