n muy poco tiempo, la primera escuela impresa en 3D del mundo cobrará forma en la tierra africana de Madagascar. Diseñada por la firma de arquitectura Studio Mortazavi, con sede en San Francisco (Estados Unidos) y Lisboa (Portugal), forma parte de un proyecto de la organización sin fines de lucro Thinking Huts, cuya meta es aumentar el acceso global a la educación mediante estrategias que empleen este tipo de herramientas tecnológicas.
Con un cronograma de construcción por demás acelerado y siguiendo fáciles procesos de replicación, el edificio podría convertirse en un nuevo modelo a la hora de crear espacios educativos en zonas de escasos recursos económicos de África y Latinoamérica. La idea es finalizar el proyecto a fin de año en el campus de la Universidad de Fianarantsoa, a partir de un patrón exterior basado en textiles malgaches e impreso en 3D con materia prima local.
El arquitecto a cargo de la iniciativa, Amir Mortazavi, asegura que el enfoque 3D permite desarrollar la construcción de manera rápida, reduciendo los requerimientos de mano de obra. En sus palabras, la escuela puede darse por terminada en menos de una semana, incluyendo cimientos e instalaciones eléctricas y de plomería.
El diseño se basa en un panal separado en nodos individuales, donde cada uno funciona como única habitación abierta con dos baños, un armario, ventanas y ventilación. Según Mortazavi, los espacios pueden combinarse para formar series de cuartos a expandir o quedarse como están a fin de ser utilizados con diferentes propósitos educativos (laboratorios de ciencia y/o computación, viviendas para profesores y/o estudiantes, aulas de música y/o bellas artes, etcétera).
Por el momento, el proyecto piloto incluirá un solo nodo a construir junto con la universidad en miras a afinar su diseño y planificación. A corto plazo, se espera ampliar los espacios en una segunda fase.
Al igual que el resto de los edificios impresos con esta tecnología, la escuela será levantada a través de un proceso impulsado por una máquina que distribuye capas suaves de un material similar al hormigón y sirve como estructura. De acuerdo a un documento técnico de Thinking Huts y Studio Mortazavi, el enfoque 3D abarata notablemente los costos, debido a que además de ser más veloz, puede usarse en lugares de difícil acceso que requieran de mano de obra calificada.
La meta es que la escuela sea completamente autosuficiente, marcando los esfuerzos de ambas entidades en pos de estimular nuevas oportunidades educativas que sirvan para capacitar a los tecnólogos de la universidad, a fin de que puedan liderar el trabajo en expansiones e interacciones del predio. En este sentido, Mortazavi remarca que es posible que les dejen la impresora 3D para que ellos sigan imprimiendo escuelas en todo el país.